Política
PP y Ciudadanos tensan sus relaciones en la Comunidad Valenciana
La formación naranja se aleja de los populares por la corrupción, mientras éstos les acusan de establecer un «cordón sanitario» contra ellos
Las Cortes Valencianas fueron escenario la pasada legislatura de la conformación de un bloque compuesto por PSPV, Compromís y Esquerra Unida. Nacía lo que se empezó a conocer como el tripartito de izquierdas , una dura oposición para sacar al PP del poder que, si bien con un cambio de socio (entró Podemos mientras Esquerra Unida se quedó sin representación), se tradujo en apoyo para Gobernar.
La actuación conjunta de esa etapa difiere mucho de la actual, donde la oposición es ejercida por los populares y por Ciudadanos, pero de forma mucho más independiente, lo que ha provocado desde el principio un descontento de los primeros que se ha ido acrecentando con el paso de los meses ante la falta de acercamiento .
La situación del Gobierno de España sigue sin resolverse ; el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, se ha posicionado al lado del socialista Pedro Sánchez con la firma de un acuerdo; y los casos de corrupción dentro del PP lo han sumido en un estado de espera permanente con poca capacidad de reacción hasta que sea posible una regeneración real mediante el congreso extraordinario cuya fecha sigue sin concretarse pese al visto bueno de Génova.
En las Cortes Valencianas, durante el liderazgo ejercido por Carolina Punset como portavoz del grupo antes de su marcha al Parlamento Europeo, Ciudadanos ha llegado a numerosos puntos en común con PSPV, Compromís y Podemos. De hecho, Punset no tuvo problemas en presentar iniciativas conjuntas con el partido de Antonio Montiel para reclamar al Consell un cambio del actual modelo de gestión urbanística o para dejar fuera al PP del Consell de Transparència votando al candidato propuesto por Podemos.
Los temas que mayor acuerdo concitan entre los partidos de la oposición son los relacionados con la unidad nacional y el modelo de Estado debido al componente nacionalista de Compromís .
La llegada de Alexis Marí, más cercano a posturas liberales a diferencia de Punset (de tendencia progresista), promete, según él mismo afirma, una oposición continuista. «Hay algún sector del PP que pensaba que éramos otra cosa» , indicaba en una entrevista con ABC. Una afirmación dirigida a los populares que muestran su enfado por el escaso apoyo que les prestan . Entre ellos, la portavoz popular en el Parlamento autonómico, Isabel Bonig , quien ha atacado en numerosas comparecencias a Ciudadanos por estar más cerca del tripartito que de ellos. Pese a que Marí (más cercano a perfiles como María José Català o Luis Santamaría) ha indicado que no les pondrán «ningún cordón sanitario», lo cierto es que diputados del PP no ocultan que sienten que así está siendo .
Ayuntamiento de Valencia
El caso en el Ayuntamiento de Valencia la situación es similar e, incluso, más acentuado. Con nueve de los diez concejales populares imputados por blanqueo de capitales, Ciudadanos se ha desmarcado por completo de ellos, al igual que cuando negó su apoyo para gobernar (pese a que la suma no daba) . «Nunca hubiéramos pactado, imagínatelo con este panorama» , comentan desde el partido.
El último pleno fue una evidencia de que las relaciones entre ambos se encuentran prácticamente rotas . El motivo fue el debate sobre la comisión de investigación para determinar si hubo irregularidades durante la etapa del PP al frente del Consistorio. Aunque Eusebio Monzó (el único no investigado) tenía que asumir la portavocía provisional, fue Alfonso Novo quien defendió la postura de su partido. Centró sus ataques en el de Ciudadanos, Fernando Giner -impulsor de la iniciativa-, por querer poner en marcha la comisión antes de que se levante el secreto de sumario: «Usted quiere ser instructor, sentenciador y condenador de la investigación. Tenga paciencia y respete el funcionamiento de las administraciones».
El enfoque de la intervención no sentó bien al grupo al considerarlo fuera de lugar y, según admiten, será muy complicado llegar a acuerdos dada la situación del PP , que posiblemente se resolverá el 14 de marzo cuando se levante el secreto de sumario.
Si existe auto de imputación, tendrían que cumplir con su palabra y dejar el acta, como se comprometieron con la dirección regional. Al tratarse de una decisión personal, podrían marcharse del Consistorio (con lo que la lista, en la que también existen imputados, correría) o pasar a ser no adscritos.
El escenario nacional y la forma en la que se resuelva la regeneración del PP marcarán el futuro de las relaciones entre ambos partidos, que indudablemente se dirigen a un nicho de votantes similar.
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