Más bombo y platillo

Ese pasar de puntillas con las cuentas oficiales de la Generalitat puede que haya venido bien a las filas de Oltra y Puig, pero los titulares y el día a día siempre se imponen a la realidad de Palacio. A primera vista hay que destacar el 43% de aumento del presupuesto en «promoción institucional» , con un montante de 5,5 millones de euros. También aumenta la partida de relaciones informativas y sube el número de altos cargos hasta 99, 9 más que en la última etapa popular, con un incremento de medio millón de euros en gasto… A destacar también la caída en un 2% del gasto social, un aumento de 700 millones en gastos de personal y otro del 85% en «gastos diversos» que sube hasta los 281 millones de euros.

Unos presupuestos que contemplan la deuda en financiación del estado de 1.325 millones de euros por segundo año consecutivo, sin tener fecha de reforma de la financiación en vistas. Baja la asignación al SERVEF , la agencia valenciana de ocupación, y también al IVF, Instituto Valenciano de Finanzas. Las líneas claras por la creación de empleo o la internacionalización de nuestras empresas para este gobierno parece que están en un segundo plano… todo se arreglará con una «creativa» campaña institucional .

Cambiando de tercio este fin de semana hemos tenido de «gira» por nuestra tierra al famoso Rufián de Esquerra Republicana en la celebración nacionalista del «Darrer Diumenge d´Octubre» en El Puig. Donde volvió a repartir estopa tanto al PSPV como al propio Compromís y su pacto del Botánico echándoles en cara que se han alejado de las calles con un valencianismo naif y de eslogan.

Por otra parte Errejón visitó la nueva sede de Podemos en Valencia , con un partido morado dividido y con la ausencia de la diputada y exsecretaria de organización, Sandra Mínguez, del sector de Iglesias y contraria a Montiel. Buen rollo a raudales, donde todos se mantienen en el poder en la Comunitat, pero lanzándose dardos envenenados como los que sobrevolaron de nuevo a los socialistas valencianos. A podemos, PSPV y Compromís solo les une el odio al PPCV, poquito más.