Macrofaude en Valencia
La EMT abre una comisión para investigar la estafa de cuatro millones y el PP pide a Ribó que comparezca
La oposición exige que se celebre un Pleno extraordinario y se haga una auditoría de los sistemas de seguridad de la empresa pública
La Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Valencia ha convocado a su Consejo de Administración a una sesión este miércoles para dar cuenta de las acciones emprendidas tras destaparse el macrofraude de cuatro millones de euros contra la compañía pública que se llevó a cabo falsificando las firmas de los dos de los responsables para ordenar ocho transferencias a una cuenta de una entidad bancaria de Hong Kong .
En esa misma reunión se propondrá la constitución de una comisión de investigación para dar explicaciones sobre lo ocurrido y «con la voluntad de ir hasta el final» para «recuperar todo el dinero». El presidente de la EMT y edil de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, ha asegurado además que desde el primer momento se ha «dado toda la información con total transparencia» por parte del organismo.
El pasado viernes se informó públicamente de la estafa descubierta en el seno de la compañía días antes y se despidió a la que se ha señalado, por ahora, como la única responsable de la estafa -la jefa de administración con una larga trayectoria en el puesto-, algo que ha provocado cierto malestar entre los trabajadores de la empresa pública , que creen que no se ha respetado la presunción de inocencia de la ya exempleada.
La oposición en el Ayuntamiento de Valencia ha insistido, desde que se conoció la noticía, en pedir explicaciones al Gobierno municipal, formado por Compromís (al cargo de la EMT) y PSPV, sobre este asunto que afecta gravemente al patrimonio del órgano autónomo.
Este lunes el Grupo Popular ha pedido la celebración de un Pleno extraordinario para que comparezca el alcalde Joan Ribó . La portavoz popular Maria José Catalá exige explicaciones al primer edil por el «cerrojazo informativo» durante el tiempo que se tardó en comunicar el fraude tras tener constancia del mismo.
Al mismo tiempo, Catalá va a solicitar una auditoría integral de los sistemas informáticos y de los mecanismo de seguridad en la EMT para conocer «cómo es posible que hayan desaparecido cuatro millones de euros públicos sin que ningún responsable político haya advertido este fraude», al tiempo que ha recordado que este verano las redes sociales del Ayuntamiento ya fueron víctimas de un ataque informático .
El PP pone en duda que se haya descargado toda la responsabilidad en una trabajadora y pedirá las oportunas responsabilidades políticas , puesto que «se está retrasando la implantación» de la Plataforma Integral de Administración Electrónica (PIAE) en los organismos y empresas públicas del consistorio, un sistema con el que «se incrementarían los controles de seguridad y la transparencia en la gestión».
Ocho transferencias, dos firmas y cuatro millones
Para realizar las ocho transferencias a un banco chino se suplantó la identidad y el correo electrónico de -entre otros- el propio Grezzi, algo que coincide con la fórmula para actuar en el conocido como «timo del CEO» , una de las líneas de investigación que se han abierto. Esta estafa consiste en acceder ilegalmente al correo electrónico del máximo responsable de la compañía para ordenar pagos pendientes que acaban derivados a las cuentas bancarias de los estafadores. En este caso, estos traspasos - que en total suman cuatro millones de euros- se ordenaron desde la cuenta de la EMT en CaixaBank.
Según la versión de la empresa, la responsable del área de Administración -se desconoce si fruto de este engaño o no- permitió el acceso a las firmas y los DNI de los apoderados -el director gerente Josep Enric García Alemany y la responsable del área de Gestión María Gallón- mediante el escaneo y envío de dos documentos físicos en los que constaban esos datos. De esa manera, se pudieron falsificar las firmas para autorizar las transferencias por escrito.
El protocolo de pagos de la EMT se realiza siempre mediante una firma mancomunada electrónica y nunca por escrito. Ese es el principal escollo ahora mismo: conocer porqué esta empleada no informó a sus superiores en ningún momento del desvío de dinero ni siguió dicho protocolo y si hay más personas implicadas.
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