Política

Guerra abierta entre Compromís y la consellera socialista de Justicia: «Solo está en el cargo por lo que está»

Un comentario sobre la situación judicial de Mónica Oltra desata un cruce de reproches entre los socios de la Generalitat Valenciana en plena crisis de Gobierno

Compromís ahonda en la crisis de Gobierno de Ximo Puig y prepara un relevo electoral para Mónica Oltra

Imagen de archivo de la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, en las Cortes Valencianas ROBER SOLSONA
Toni Jiménez

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«Yo desde luego en una situación, más allá de responsabilidades penales, en la que pudiera comprometer la credibilidad de la institución a la que represento, me lo planearía». Es la respuesta que ha terminado de romper los puentes entre la consellera socialista Gabriela Bravo y sus socios de Gobierno de Compromís.

La titular de Justicia hizo esta afirmación el martes en una entrevista en la COPE, preguntada sobre si la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Mónica Oltra , debería dimitir después de que un juez haya pedido imputarla por la gestión de los abusos de su exmarido a una menor tutelada.

La reacciones desde la coalición valencianista no se hicieron esperar: Oltra incidió en que no se siente «presionada», mientras el alcalde de Valencia, Joan Ribó, aseveró que Bravo no es un ejemplo de lealtad institucional y la coportavoz de Compromís , Àgueda Micó, aludió al «tono electoralista» de las «desafortunadas» palabras de la socialista.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig , intentó calmar los ánimos señalando que se trataba de una opinión personal y no de «un mensaje a nadie». Pero a estas valoraciones faltaba por sumarse, a golpe de tuit, el senador Carles Mulet, cargando contra la consellera e insinuando que la fiscal está al frente del departamento por ser la pareja de Puig .

«Señora Bravo, cuando nadie aguanta a su lado en la Conselleria, cuando ataca los pilares del Botànic como hace usted con la cruzada contra el valenciano y cuando sabe que solo está en el cargo por lo que está, está usted comprometiendo a la institución, si se va a casa, aplaudiremos y respiraremos », espetó Mulet.

La relación de Bravo con sus compañeros en el Consell se había tensado por el requisito lingüístico que se quiere exigir a los trabajadores públicos: la socialista opta por un B2 por ser el nivel de valenciano con el que se finalizan los estudios de Bachillerato, mientras Compromís defiende que se exija un C1 los altos funcionarios.

La aludida se ha referido este jueves a la polémica aclarando que no mandó «ningún mensaje a una compañera de gobierno ni dije en ningún momento que Oltra tendría que dimitir», al tiempo que ha lamentado las críticas, «en algunos aspectos desgraciadamente con sesgos muy machistas », que ha recibido.

El choque llega en plena crisis de Gobierno , un proceso de renovación de consellers que Puig viene anunciando durante una semana y que ha sufrido un revés inesperado con la dimisión sorpresa del conseller de Educación, Vicent Marzà .

El motivo: fortalecer su partido -Més, el antiguo Bloc, dentro de la coalición Compromís- de cara a la elecciones autonómicas de 2023. Un movimiento que se enmarca dentro de la necesidad de la formación de Oltra de buscar nuevos liderazgos ante la posibilidad de que la dirigente -a la espera de que el TSJ resuelva su futuro judicial- no llegue a los comicios en las mejores condiciones para repetir como cabeza de cartel.

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