POLÍTICA
El Gobierno valenciano agarra la mano del catalán
El Ejecutivo de Puig se lanza a un frente común con el de Puigdemont en plena deriva soberanista
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig , ha esogido Cataluña como aliado preferente. Una estrategia lógica desde el punto de vista comercial, toda vez que la región vecina es la principal destinataria de las ventas de la Comunidad Valenciana en España, pero que desde el punto de vista política supone estrechar lazos con un gobierno que trabaja para lograr la independencia . Unas tesis rechazadas de forma abrumadora por la sociedad valenciana conforme indican las encuestas del propio Consell y del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) .
La pasada semana, Puig mantuvo una reunión con su homólogo catalán, Carles Puigdemont , tras años en los que las relaciones institucionales se habían cortado por la deriva soberanista emprendida por Artur Mas , que ha continuado su sucesor.
De la visita de Puig a Barcelona se extrajeron tres conclusiones: TV3 podrá verse de nuevo en la Comunidad Valenciana cuando se reanuden las emisiones de Canal 9; las dos regiones harán un frente común para exigir las obras del Corredor Mediterráneo ( algo que ya pactaron en su momento Mas y Alberto Fabra ); y el Gobierno valenciano se integrará en el Instituto Ramón Llull, cuyo finalidad pasa por promocionar en el extranjero la «lengua y la cultura catalana» .
El Gobierno valenciano ha escogido al catalán como socio preferente mientras éste da paso en el «proceso». Por lo pronto, la presidenta del Parlamento catalán ya tiene en sus manos una «constitución» que contempla que los valencianos puedan adoptar la «nacionalidad catalana» .
Antes de la reunión entre Puig y Puigdemont ambos gobiernos venían trabajando, bien con luces y taquígrafos , bien a la sombra. En el primer caso, la consellera de Vivienda y Obras Públicas, María José Salvador , mantuvo un encuentro el pasado 18 de abril con su homólogo catalán, Josep Rull , en Almenara (Castellón) en el que se acordó «reclamar al Ministerio de Fomento un calendario claro y evaluable de las obras del Corredor Mediterráneo».
Antes, en febrero, el director general de Política Lingüística, Rubén Trenzano , mantuvo «diversas reuniones con la Xarxa Vives, su homóloga de la Generalitat de Cataluña y con el director del Instituto Ramon Llull», según consta en el portal de Transparencia de la Generalitat. Tres meses más tarde llegó el anuncio de Ximo Puig .
Esta semana, el conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz , mantuvo un encuentro con su homóloga balear, Ruth Mateu , y el conseller de Asuntos Exteriores del Gobierno catalán, Raúl Romeva , uno de los principales impulsores del proceso separatista. Años atrás Alcaraz defendió estas tesis, pero en la actualidad ha matizado su discurso .
En la reunión, pese a gozar de carácter oficial y reunir a representantes de tres autonomías con sus símbolos propios, solo lució una bandera: la de Cataluña . Según la nota del Gobierno catalán, los tres ejecutivos crearon un «frente común para la transparencia y la lucha contra la corrupción» .
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