Política

Génova convoca a Bonig para zanjar la creación de una gestora en el PP de Valencia

El órgano se crearía de forma inmediata y no bloquearía la celebración del congreso de Valencia ciudad

Isabel Bonig, Eva Ortiz y Vicente Betoret, este miércoles en las Cortes ROBER SOLSONA
Rosana B. Crespo

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Los próximos días resultarán clave para zanjar la lucha interna que se vive en el PP de la provincia de Valencia a la espera de un congreso que sigue suspendido. La creación de una gestora , una medida de la cual ya se llegó a especular en abril, ya aparece como la opción más probable para Génova, tal como publicó ABC . Pero la presión de la dirección nacional ha forzado a que la regional acabe por aceptarla e, incluso, por mostrar abiertamente su preferencia hacia ella en lugar de celebrar el cónclave.

La cuestión se abordará durante los próximos días en una reunión que el coordinador general del partido, Fernando Martínez-Maillo , tiene prevista con la líder del PPCV, Isabel Bonig , después de mantener conversaciones telefónicas al respecto las últimas jornadas. En caso de que siguiera adelante, la creación se produciría de forma inmediata y la dirección regional tendría que nombrar un presidente en coordinación con la nacional.

El enfretamiento público y privado que han venido arrastrando durante meses los dos candidatos con más posibilidades para dirigir el partido en la provincia, Vicente Betoret y Mari Carmen Contelles , se ha enrarecido de tal manera que Génova ha decidido dar un paso al frente. Tras reiteradas e infructuosas llamadas a la tranquilidad, advirtió de que el cónclave no se celebraría hasta que no hubiera un mínimo clima de entendimiento, aplazándolo «sine die».

Fue entonces cuando se empezó a dar por hecho que éste no tendría lugar hasta después del verano por una cuestión de plazos, y es que no cuentan con tiempo a no ser que se alcanzara un acuerdo por el que los aspirantes sellen la paz. Algo que se antoja prácticamente imposible a estas alturas puesto que el conflicto parece irreversible ( el último episodio sobre la filtración de las grabaciones a Vicente Ferrer lo demuestra ).

Reaparecía entonces la opción de crear una gestora hasta esperar que las aguas bajen más calmadas. La intención se tomaba como medida extraordinaria tras haber agotado todos los caminos, pero el PPCV ya la ha adoptado como suya pese a las dudas que ofrece. Así lo han trasladado a la dirección nacional y así lo abordarán en el próximo encuentro. Fuentes populares marcan como plazo para que se tome una decisión (o gestora, lo más probable, o congreso) el 15 de junio , fecha en la que expira el plazo para convocar el cónclave.

Con la creación de este órgano, Vicente Betoret dejaría de ser presidente provincial , uno de los motivos por los que fuentes del partido consideran que no ha suavizado sus posicionamientos queriendo dilatar la celebración del congreso para mantenerse en el puesto. Algo que niegan absolutamente desde su entorno y defienden que su único objetivo es votar.

Recuperar la «normalidad»

Este mismo miércoles se pronunciaba para pedir «serenidad, calma y tranquilidad». En este sentido, ha abogado por recuperar la normalidad, lo que, a su juicio, implica «dejar de grabar conversaciones y ser moderados en los grupos de Whatsapp » para empezar a hablar «de lo que interesa a los afiliados y a la sociedad valenciana».

Aun así, Betoret ha admitido que no ha habido pasos para el acercamiento de posturas porque hace una semana que no habla con Contelles. «Es una cuestión de voluntad y voluntad tenemos todos porque queremos que se celebre el congreso y salvaguardar la unidad del partido», ha indicado. Además, se ha sumado a las disculpas a los afiliados realizadas por Vicente Ferrer tras sus declaraciones contra Bonig y ha apuntado que se ha «dejado la piel» para que ésta fuera presidenta del partido.

Para la regional, sin embargo, el llamamiento a la calma llega tarde y entienden que no hay marcha atrás. Solucionar el conflicto de esta forma resulta evidente que no gusta a la dirección provincial -Betoret ha comentado que «todos» perderían-, pero tampoco beneficia a Isabel Bonig. Con una gestora ya en la ciudad tras el estallido del caso Taula por el que nueve de los diez concejales del Ayuntamiento acabaron investigados, un segundo órgano de este tipo supondría un varapalo para la presidenta regional y su «doctrina» de abrir el partido a la militancia. Tampoco encajaría con su mensaje de regeneración ni diría mucho de su capacidad para mediar en toda esta pugna.

La situación, de llegar a este punto, no preocupa en relación a la celebración de los congresos locales pendientes puesto que la dirección regional tendría potestad para convocarlos. En especial el de Valencia ciudad, donde también se prevé guerra pero para el que la gestora en la povincia también serviría de advertencia .

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