Política
La amenaza de gestora para frenar la lucha en Valencia multiplica la presión en el PPCV
Tanto la dirección regional como la provincial asumen que el congreso se celebrará después del verano, aunque confían en que se llegue a un acuerdo
El temor de una gestora ante la división interna que se vive en la provincia de Valencia a la espera de un congreso que sigue todavía sin fecha apareció cuando el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo, habló de «intervenir lo que sea necesario» en esta situación.
La medida parecía disiparse, pero dado el poco avance que existe para sellar la paz, el escenario parece más probable después de que Génova lo admita como posibilidad, tal como ha publicado este lunes ABC . En declaraciones oficiales, Maillo señalaba que no hay «nada descartado», si bien añadía que «a fecha de hoy» no está en la agenda del partido.
Las conversaciones que al respecto se han sucedido con la dirección regional apuntan a que se recurriría a la gestora como última opción si no se llegara a un acuerdo entre los dos candidatos a dirigir el partido, Vicente Betoret y Mari Carmen Contelles -la tercera, María José Penadés, cuenta con pocas opciones-, para celebrar el cónclave en un mínimo clima de tranquilidad. Según fuentes populares, se llegaría a montar únicamente para organizar el congreso. Desde Génova, sin embargo, señalaron a este periódico que la gestora se impondría «durante un año», hasta esperar a que las aguas bajen más calmadas.
Esta medida extraordinaria dañaría seriamente la imagen del PP en la Comunidad Valenciana y el mensaje de regeneración que trata de trasladar la presidenta regional, Isabel Bonig . Tampoco convendría a la dirección provincial, desde donde entienden que si se montara no sería únicamente para organizar el cónclave.
Por ello, fuentes del PPCV creen que la amenaza surtirá efecto y los aspirantes llegarán a un acuerdo antes de que se abogue por esta posibilidad extraordinaria. De hecho, se encuentran a la espera de que Maillo cite de nuevo a Betoret y a Contelles para que suavicen sus posiciones de enfrentamiento.
Aun así, todos los sectores dan prácticamente por hecho que el congreso no se celebrará hasta después del verano a no ser que se alcanzara un pacto esta semana. A la poca prisa de Génova se une una cuestión de plazos, por lo que no cuentan con tiempo.
«Es importante votar» en ese cónclave en Valencia, comentaba este lunes Maillo, pero «tan importante como votar es garantizar la unidad en el partido». «Habrá congreso cuando esté garantizado un clima mínimo de acuerdo y de consenso en torno a cómo se debe desarrollar el sistema de votación y también a que haya garantía de que el día después de la votación va haber un clima de acuerdo y de normalidad», indicaba.
Modelo de congreso
La idea que la dirección nacional ha considerado hasta el momento -con la que la regional y Contelles se muestran conformes- es aplicar la fórmula de Sevilla . Ésta pasaría por que los dos aspirantes accedieran a apoyar en el cónclave a quien consiguiera el mayor respaldo de las bases en la primera vuelta de la votación.
El sector de Betoret, sin embargo, no comparte esta salida y defienden la votación a doble vuelta puesto que la primera, al producirse en los municipios, no cuenta con tanto anonimato como la segunda, por lo que los afiliados pueden sentirse «presionados» para apoyar a Contelles, más cercana a la dirección regional.
Pese a esta opinión, fuentes de la dirección provincial indican que aceptarían el consenso al que se llegara con Génova. También a la hora de pactar el Comité Organizador del Congreso , la cuestión que desencadenó una elevada tensión en la última Junta Directiva.
En la reunión en la que se pidió a ambos candidatos que propusieran cinco nombres cada uno para el comité y tres a Penadés -tanto el presidente, puesto para el que sonaba Antonio Clemente, como los vicepresidentes serían pactados entre la direccion nacional y la regional-, Betoret se negó a facilitarlos después de que Contelles le profiriera insultos. Desde la dirección provincial aseguran que en el nuevo encuentro al que les citen pondrá los nombres encima de la mesa .
Este sería el primer paso para desbloquear el congreso que podría aplazarse a partir de septiembre. «Cualquier decisión que se tome se hará en perfecta coordinación entre la dirección regional y nacional. La situación requiere mucha paciencia, diálogo, templanza y sentido común y no vamos a empezar a generar con las prisas ningún espectáculo», afirmaba este lunes la secretaria general del PPCV, Eva Ortiz , quien aludía a la necesidad de rebajar la tensión para «dar paz al proceso».
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