Covid-10
La Generalitat desmonta el hospital de campaña sin licencia de Valencia ante la amenaza de demolición
La Conselleria de Sanidad se enfrentaba a una multa de hasta 30.000 euros por la falta de autorización municipal de las instalaciones
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La Generalitat Valenciana ha ordenado desmontar el hospital de campaña instalado junto a La Fe de Valencia «coincidiendo con la normalización progresiva de la situación epidemiológica, la entrada en vigor de la nueva resolución que retira las principales restricciones y mientras se consolida el descenso de casos», según han indicado en un comunicado.
Con el desmantelamiento de estas infraestructuras en marcha, el Gobierno de Ximo Puig zanja el conflicto abierto con el Ayuntamiento de la ciudad por falta de licencia de obras y ambiental, un requisito que marca la ley autonómica «para poder ejercer la actividad», según los técnicos municipales.
En noviembre del año pasado, el consistorio liderado por Joan Ribó dio un plazo de dos meses a la Conselleria de Sanidad para que legalizara este espacio, que se levantó sin autorización en el recinto hospitalario, bajo la amenaza de demoler las carpas y cesar el suministro de servicios. Una advertencia que se convirtió en últimatum a finales de enero, cuando los servicios municipales volvían a recordar al departamento que dirige Ana Barceló que su inacción podía costarle una multa de hasta 30.000 euros .
Tras la inspección de las instalaciones, año y medio después de inagurarse en abril de 2020 para mitigar el colapso sanitario provocado por la pandemia , los profesionales del área de Urbanismo constataron que, además de la falta de licencias, no se disponía de información «sobre las emisiones acústicas producidas por los equipos instalados en el exterior» para su climatización y tampoco había bocas de incendio equipadas en las instalaciones.
El presidente Puig anunció la apertura de tres hospitales de campaña junto a los centros de referencia de Valencia, Alicante y Castellón pocos días después de que estallara la pandemia para ampliar su capacidad asistencial, con un coste de 10,8 millones de euros y una batalla todavía abierta con la empresa a la que se le adjudicó la obra por el procedimiento de emergencia ante las discrepancias sobre el valor de la misma.
No obstante, pese a que ganaron protagonismo durante la vacunación y sirvieron como escenario para realizar PCR masivas, el uso de estos espacios ha sido residual a la hora de albergar enfermos. A finales de enero de 2021, las fuertes rachas de viento que azotaron la ciudad de Valencia obligaron a trasladar a la veintena de pacientes -mayores de 18 años en fase de resolución de la enfermedad- que había allí ingresados en esos momentos.
Desde la Generalitat siempre han defendido que no haber tenido que derivar a más enfermos a estos anexos es una buena noticia y han reivindicado que la inversión no ha sido en balde , puesto que pasarán a ser propiedad del Gobierno valenciano cuando se desmonten y se podrán usar en cualquier situación de emergencia.
Según los datos ofrecidos por la Conselleria de Sanidad, durante los peores momentos de la pandemia en la Comunidad Valenciana y hasta el 15 de febrero de 2021, los tres hospitales albergaron a cerca de 300 personas con coronavirus, 93 de ellos en el de Valencia.
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