Coronavirus
La factura para Benidorm de la cuarentena que aplaude Fernando Simón: 200 millones de euros y 300.000 cancelaciones
El sector pierde al cuarenta por ciento de su clientela para agosto y más de una decena de hoteles cancelan su reapertura
Última hora del coronavirus y los rebrotes en la Comunidad Valenciana
Un agujero de 2.000 millones de euros desde marzo y una merma de doscientos millones en la facturación solo en agosto por la ausencia del turismo británico en Benidorm y la Costa Blanca alicantina. Son los datos del coste de la factura de la cuarentena decretada por el Gobierno de Boris Johnson para los visitantes del destino español de sol y playa.
La patronal Hosbec augura una avalancha de cancelaciones que supondrán la pérdida de 300.000 pernoctaciones en el principal mes de la campaña de verano marcada este año por los efectos colaterales de la pandemia del coronavirus.
Tanto el sector como las instituciones de la provincia consideran injusta y desproporcionada la iniciativa del Ejecutivo británico, al tiempo que lamentan las palabras del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón , en las que daba por buena la cuarentena para los turistas ingleses con el argumento de que «desincentivarían» su llegada.
Los empresarios de Benidorm han pedido sin éxito al Gobierno que desautorice las declaraciones de Simón, al que invitan a comprobar de primera mano la seguridad de un destino «blindado ante el Covid-19» . De hecho, el Ayuntamiento ha implantado un sistema de reservas por internet para poder acceder a las principales playas del municipio y los hoteles habían realizado un importante desembolso económico para garantizar todos los protocolos de higiene ante el coronavirus. Una pandemia que en las dos últimas semanas ha sumado diecinueve casos positivos de Covid-19 .
Ahora, Benidorm pierde el cuarenta por ciento de sus visitantes. Ese el porcentaje que representa el turismo británico. El goteo de cancelaciones, de hecho, ha provocado que una decena de grandes hoteles que tenían previsto volver a abrir sus puertas en agosto haya pospuesto su apertura mientras todo el sector lamenta que el portavoz del Gobierno para la pandemia aplauda la medida que va a arruinar definitivamente la campaña de verano.
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