Coronavirus

Isabel Bonig, a Ximo Puig: «Le tiendo la mano, no está solo»

La oposición exhibe un todo conciliador y colaborativo con el presidente de la Generalitat, aunque le exigen concreción en las medidas para llegar a un acuerdo; Toni Cantó se abre a un pacto en línea con el planteamiento de Arrimadas

Última hora del coronavirus en la Comunidad Valenciana

Imagen de la bancada de la oposición este miércoles en las Cortes Valencianas CORTS VALENCIANES

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El tono conciliador y colaborativo ha imperado este miércoles a lo largo de todo el debate que ha tenido lugar en las Cortes Valencianas entre el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la oposición. Una imagen excepcional en el Parlamento autonómico ante la situación excepcional del coronavirus. PP, Ciudadanos y Vox han agradecido en sus respectivas intervenciones la petición de perdón del jefe del Consell -a diferencia de Pedro Sánchez, han subrayado- y todos ellos le han tendido la mano para salir de la crisis generada por la pandemia, aunque en sus turnos de réplica han aprovechado para incidir en lo que consideran errores de gestión.

La portavoz popular, Isabel Bonig, que ha empezado su discurso con un recuerdo a todas las víctimas, incluyendo al fallecido exdirigente de su partido Juan Cotino, ha pedido a Puig «que se adapte a la nueva realidad, sin excusas ni demoras»: «Los valencianos no podemos permitirnos un solo día sin medias para la superación y la recuperación de esta crisis. El PP olvida el pasado. Ojalá nosotros hubiésemos tenido el apoyo que le ofrezco cuando gobernábamos. Pero queremos mirar al futuro por los cinco millones de valencianos. Le tiendo la mano, no está solo y aquí está el PP . Hay mucho que hacer y muy poco tiempo que perder».

La líder del PP valenciano ha señalado que la Comunidad encara un drama social y económico. «Y no podemos permitir que, además, la crisis sea política. Debemos intentar ponernos de acuerdo para tratar de salvar vidas y para no dejarlas caer social y económicamente después. Nadie entendería la confrontación política. Pero ese apoyo no es sinónimo de sumisión, no es sinónimo de mutualización de errores y de responsabilidades porque hay dos realidades, la que ustedes cuentan y la de primera línea», ha afirmado.

Bonig le ha vuelto a ofrecer a Puig un acuerdo para aprobar un presupuesto de legislatura y le ha exigido «día, hora y lugar y que no se quede en mero marketing político» . También ha expuesto las medidas que considera que deberían tomarse, como la realización de test masivos, un plan de choque en el sistema sanitario, ayudas a autónomos y pymes, un plan de emergencia en el sector turístico o la colaboración público-privada. Igualmente, se ha referido al caso concreto de su hermana, médico intensivista en el Hospital de La Plana, que se ha sometido al test «42 días después de estar viendo 'covids'».

«Va a tener que tomar medidas complicadas, se lo digo por experiencia, y algunos estarán tentados de separarse, no los tiene lejos; cuando llegue la tormenta, que llegará, necesitará estabilidad y el PP se la ofrecerá», ha señalado.

En una línea similar se ha mostrado el portavoz de Ciudadanos, Toni Cantó, en una intervención mucho más comedida que la del último debate (hace poco más de un mes) y en sintonía con el posicionamiento de su líder nacional, Inés Arrimadas , abierta a un acuerdo con Pedro Sánchez. Así, ha reclamado a Ximo Puig el pacto de reconstrucción . «Me hubiera gustado que hubiera puesto fecha y lugar para que desde Las Cortes podamos iniciar un trabajo conjunto para esta tarea».

Tanto es así, que le ha pedido al jefe del Consell que «cambie de socios o amplíe el número» de su Ejecutivo . «Guárdese usted de sus socios», ha dicho, subrayando que ha habido más disposición a ser constructivos desde la bancada de la oposición que desde Compromís o Podemos. «Cuando digo que hay razones para temer que se pueda llegar a un pacto me refiero a Podemos atacando a lo privado cuando han sido las empresas las que han dado muestras de una efectividad que hemos echado en falta de administraciones, o cuando Compromís cuestiona el turismo de masas, cuando vamos a echar de menos cualquier forma de turismo», ha criticado.

En su opinión, los ciudadanos tienen miedo ante la «percepción de que no existe un plan real, sino caos e improvisación» al ver cómo el Gobierno central «va dando bandazos». Por ello, ha propuesto reformular los presupuestos, «olvidarse de consellerias que no sirven, acabar con subvenciones, duplicidades, ciertos chiringuitos y apretarse todos el cinturón».

Por último, el diputado de Vox José María Llanos -quien ha intervenido en lugar de Ana Vega- ha asegurado que su grupo ofrece lealtad a quien actúa «correctamente o con la única finalidad de adoptar medidas para el bien de la ciudadanía» , pero «hay que denunciar y actuar frente a una administración irresponsable, incompetente e ineficaz».

«Lealtad no es un cheque en blanco», ha dicho, y cuando «no se hacen las cosas o se hacen tarde o mal hablar de lealtad sonaría más a complicidad o a traición a los ciudadanos». «La incompetencia del Gobierno de España es verdad que se lo ha puesto difícil, pero hay cosas que dentro de su competencia no ha hecho», ha añadido.

Llanos ha insistido en que hay gente como autónomos, temporeros o agricultores que «no pueden más», que el 33% de los fallecimientos en la Comunidad Valenciana se han producido en las residencias o que las libertades fundamentales «están siendo machacadas». «Le pido una declaración pública de que con las medidas de seguridad suficientes se pueda asegurar el culto», le ha espetado a Puig, quien ha negado posteriormente que se pongan impedimentos al respecto.

Tras escuchar a los portavoces de los grupos, el presidente de la Generalitat ha agradecido «el talante y las palabras» de la oposición. «Yo no he venido hoy a decir cuál es la receta de ese acuerdo porque la quiero hacer con ustedes», les ha respondido. De este modo, se ha comprometido a trabajar con PP, Ciudadanos y Vox en un pacto valenciano para la salida de la crisis «sin ninguna urgencia mediática» ni «cheques en blanco», generando un marco a partir de la próxima semana: «Esto no va de marketing, hagámoslo bien».

Frente a las críticas, el jefe del Consell ha comentado que al principio no tenían los recursos suficientes para una situación de estas características y que reaccionaron de la manera más rápida posible. «Ahora tenemos material. Es posible que hayamos tenido alguno defectuoso, pero son errores que pueden ocurrir». Y ha admitido que «es obvio que habrá que replantear el presupuesto» , pero al menos tienen «la liquidez suficiente en este trimestre». «Hemos conseguido la financiación necesaria para hacerlo posible. Lo que estamos logrando es pagar a los proveedores. El Gobierno de España con nosotros ha cumplido y esperemos que lo haga hasta julio con el resto», ha apuntado.

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