Torra convierte en pieza de museo la pancarta que causó su inhabilitación
El expresidente catalán la entrega al Museo de Historia de Cataluña de Barcelona, que la exhibirá en su colección
El expresidente catalán Quim Torra ha entregado este miércoles al Museo de Historia de Cataluña la polémica pancarta con un lazo amarillo y la frase «Llibertat presos polítics i exiliats» que causó su inhabilitación por desobediencia, hecha efectiva en septiembre de este año. Este objeto integrará una futura exposición sobre el independentismo en la que también se exhibirán las urnas del referéndum del 1-O.
«Consideraba que como mandatario del mensaje del 1-O como presidente de todo el país, tenía que dejar bien claro que el gobierno de Cataluña apoyaba el que nuestra ciudadanía había decidido», ha explicado Torra tras entregar la pancarta en un acto al que se ha convocado la prensa y al que el expresidente ha acudido escoltado por su amiga y exconsejera de Cultura, Laura Borràs , proclamada este fin de semana candidata de Junts per Catalunya a la presidencia de la Generalitat.
Desde el museo, creado por la Generalitat en 1996, destacan que su función se basa, precisamente, en conservar elementos significativos de la «memoria colectiva» de la sociedad catalana. No en vano, su exposición permanente recorre prácticamente toda historia de la comunidad, desde sus primeros pobladores hasta la historia más reciente. En los últimos tiempos, el museo también ha ampliado su colección recogiendo y pidiendo a la ciudadanía materiales y objetos relacionados con la pandemia de coronavirus, una acción desarrollada conjuntamente con otros centros de recopilación de la historia y la etnología catalana.
Entregando su pancarta a un museo, Torra cierra una presidencia marcada por la pandemia, la crisis del «procés», la huida de Carles Puigdemont a Bélgica y el encarcelamiento de buena parte de la cúpula independentista, empezando por los candidatos a la investidura que le precedieron: Jordi Sànchez y Jordi Turull. Desde que dejó la política institucional, el expresidente ha mantenido un perfil bajo y apenas participa en actos o intervenciones públicas.
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