Quim Torra, alejado de Puigdemont y sin intención de volver a la política tras cumplir su inhabilitación

Durante la condena se ha dedicado a ejercer sus prerrogativas de expresidente y a promocionar su libro

Torra reniega hoy de Junts y ERC y desconfía del efecto que tendría el regreso de Carles Puigdemont

Quim Torra, en el Parlamento de Cataluña INÉS BAUCELLS

Miquel Vera

Quim Torra cumplió a principios de enero la inhabilitación de dieciocho meses que le impuso el Supremo por desobedecer a la Junta Electoral al negarse a retirar una pancarta política del balcón del Palau de la Generalitat. El expresidente ya podría regresar a la política institucional, pero no parece dispuesto a volver a ese ruedo. Lo ha dejado claro a lo largo de los últimos meses, en los que ha evitado participar en actividades de índole partidista y ha limitado sus apariciones a entrevistas y actos de bajo perfil.

Tampoco en Junts , partido que lo lanzó a la presidencia después de las investiduras fallidas de Carles Puigdemont y Jordi Turull, han echado mucha mano de esta figura que entró en política como diputado independiente tras las elecciones de 2017 tras haber pasado brevemente y sin hacer mucho ruido por la presidencia de Òmnium Cultural. Durante este año y medio de condena, Torra se ha dedicado, básicamente, a hacer uso de sus prerrogativas como expresidente, principalmente de su oficina, que ha instalado en Gerona, y a promocionar su libro ( Les hores greus. Dietari de Canonges ), que está girando por toda Cataluña para explicar sus experiencias al frente del Govern durante la pandemia.

Si bien Torra no parece interesado a volver a la política activa, tampoco evita dar su opinión sobre el día a día del 'procés', básicamente para criticar desde las redes sociales la apuesta de Pere Aragonès y ERC por la denominada 'mesa de diálogo' . Aunque de forma más velada, el expresidente también ha empezado a exhibir una cierta lejanía con respecto a Carles Puigdemont , quien lo ungió como su sustituto en 2018. Aunque él siempre se reivindicó como un presidente 'vicario' que dimitiría y cedería su lugar en caso de que el de Gerona decidiera regresar de su 'exilio' en Waterloo (Bélgica), hoy la sintonía entre ambos parece haberse acabado.

Ayer, en una entrevista en TV3 con motivo del reinicio del curso político tras el parón navideño, Torra dejó entrever esta frialdad con respecto a su predecesor en el cargo. De hecho, al ser preguntado por si el regreso del exalcalde podría servir para reactivar un 'procés' ahora en horas bajas, Torra marcó distancias y avisó que sin un «proyecto» de independencia detrás, este paso personal carecía de relevancia. «Solo el regreso no significará que nos movamos a ningún sitio», avisó. «Si este regreso va acompañado de una movilización popular para culminar la independencia es otra cosa» , zanjó.

Al ser preguntado más directamente por si tenía intención de volver a la arena política, a la vida institucional o incluso a las listas de alguna formación, Torra negó la mayor. «Estaré al lado del grupo de personas que se propongan conseguir la independencia y asumir todas las consecuencias», apuntó antes de decir que no se siente «cómodo» con el «sistema de partidos de Cataluña» . «En estos momentos están más preocupados por las elecciones municipales que por cualquier otra cosa, y esto choca con mi forma de pensar», lamentó. Con todo, a día de hoy, ningún partido, empezando por Junts, ni ningún dirigente soberanista, tampoco el propio Puigdemont, ha pedido públicamente el regreso de Torra, ahora a la espera de otro juicio que puede acarrearle una nueva condena de inhabilitación.

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