Puigdemont y Aragonès exhiben en Waterloo unidad independentista a la espera de los indultos

Presidente y expresidente muestran afinidad institucional tras unos meses de muchas tensiones entre Junts y ERC

Quim Torra fue a ver al presidente en su primer día tras ser elegido, Aragonès ha tardado cuatro semanas

Aragonès y Puigdemont, este viernes en Waterloo (Bélgica) GOVERN | Vídeo: ATLAS

Miquel Vera

Pere Aragonès y Carles Puigdemont se han encontrado hoy en persona por primera vez desde la elección del republicano como presidente de la Generalitat. La cita entre ambos dirigentes independentistas ha tenido lugar en la casa del líder de Junts en Waterloo (Bélgica), conocida por el independentismo como «Casa de la República». Allí han estado casi dos horas reunidos, han posado ante las cámaras y han intentado escenificar sintonía personal e «institucional». Una foto estudiada que llega a pocos días de la más que probable concesión de los indultos a los responsables del 1-O.

A pesar de los agravios acumulados, Aragonès y Puigdemont han intentado mostrar hoy cierta afinidad. «Es un encuentro que se debería producir en ausencia de represión, en Barcelona» , ha afirmado Aragonès al iniciar la breve comparecencia ante la prensa en la que, junto a Puigdemont, ha explicado el contenido de su encuentro. «Queremos hacer un reconocimiento institucional al presidente de la Generalitat que lo fue en los momentos de una legislatura difícil. Será el primero de otros encuentros, nos veremos muchas más veces», ha agregado. Puigdemont, a su vez, ha destacado que ha sido una primera reunión «institucional, no ejecutiva» y ha agradecido al republicano que haya decidido dedicarle uno de sus primeros viajes al exterior.

«Estoy aquí por una cuestión de reconocimiento institucional y para trabajar la relación y al continuidad histórica de la Generalitat. Compartimos el objetivo de la independencia y tenemos mucho trabajo por delante. Nos seguiremos reuniendo », ha prometido el presidente catalán, quien ha evitado responder si se trata de una coincidencia que él haya celebrado su primer encuentro con Puigdemont justo el día en que Sànchez estaba en Barcelona, donde ha anunciado el fin del uso de las mascarillas en la calle. «Esto es un acto de respeto institucional», ha insistido Puigdemont.

El 'nuevo orden' independentista

Ni Puigdemont ni Aragonès han deslizado hoy novedades relevantes en asuntos espinosos en la relación entre sus respectivos partidos, que tienen «hojas de ruta» hacia la independencia cada vez más distantes, como quedó demostrado hace escasos días cuando Junqueras descartó la vía unilateral que Junts sigue defendiendo. Además, la cita entre los dos dirigentes independentistas se ha producido tras una campaña electoral que disparó la tensión entre sus partidos, que también protagonizaron una tensas y erráticas negociaciones que condujeron a una investidura 'in extremis' en el tiempo de descuento para la repetición electoral.

La foto Aragonès-Puigdemont también simboliza el vuelco que supusieron las últimas elecciones catalanas en el esquema que ha regido el independentismo desde el inicio del «procés» cuando, por primera vez, la batuta y el control de los recursos pasaron a manos de ERC, que adelantó por la mínima a Junts en las urnas. De hecho, el nuevo presidente de la Generalitat no ha tenido ninguna prisa en acudir a Bélgica para encontrarse con Puigdemont: ha tardado 28 días desde su investidura. Una gran diferencia con las prisas que tuvo Quim Torra, quien tardó apenas unas horas en acudir a «La Casa de la República» de Bélgica para despachar con el expresidente huido de la Justicia tras ser investido.

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