Puigdemont llega al sur de Francia presumiendo de haber «entrado en Cataluña»

Perpiñán se prepara para el desembarco de unas 70.000 personas llegadas para acudir al acto de este sábado del expresidente fugado

Ponsatí y Puigdemont, ete viernes en Francia Abc | Vídeo: Puigdemont al llegar a Perpiñán: «Hemos entrado en Cataluña» (ATLAS)

Miquel Vera

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El expresidente Carles Puigdemont, ya está en Francia para acudir este sábado como gran protagonista al acto del Consejo por la República en Perpiñán. El también eurodiputado, fugado a Bélgica tras declarar la independencia en el Parlamento de Cataluña, ha aterrizado este viernes en el aeropuerto de Carcassonne (Francia) y nada más llegar ha publicado un controvertido tuit, con una fotografía junto a la también fugada y eurodiputada de JpC Clara Ponsatí desde, en el que se anunciaban haber «entrado en Cataluña«.

«Muy contentos y emocionados de volver a pisar tierra catalana como personas libres, después de más de dos años y tres meses viviendo en el exilio», decía su mensaje, dando por hecho que el sur de Francia es tierra catalana, continuaba la controvertida publicación. El expresidente ha aprovechado la tarde para acudir a un partido de rugby y preveía también reencontrarse con su madre, a la que no ve desde que se fugó a Bélgica.

La tranquila localidad francesa de Perpiñán, a escasos 30 kilómetros de la frontera española de La Junquera, se verá invadida en las próximas horas por los más de 70.000 independentistas que se espera que acudan al acto político que Carles Puigdemont ha organizado en lo que el soberanismo denomina «Catalunya Nord». Parte de los fieles Puigdemontistas llegarán a la capital del departamento de los Pirineos Orientales en los más de 500 autocares que ha fletado la ANC. Otros, acudirán a la cita en autocaravana, en coche privado o en tren.

En esta ciudad de 120.000 habitantes muchos locales han ampliado estos días su horario para atender los asistentes a un acto que tendrá lugar este sábado al mediodía en un recinto ferial. A su vez, los hoteles y hostales de la zona hace días que tienen colgado el cartel de «completo» por la afluencia de reservas de los seguidores del expresidente.

Celebrar las victorias judiciales y políticas

La idea de programar un macro evento en las inmediaciones de la frontera franco española empezó a gestarse en el momento en el que el expresidente recogió su acreditación como Eurodiputado en diciembre del año pasado. La entidad encargada de organizar el acto es el «Consejo de la República», un órgano con el que Puigdemont trata de dirigir el «procés» desde Bélgica y que lleva años impulsando sin demasiado éxito una campaña para censar a los ciudadanos de la «república catalana» que, por el momento, solo ha sumado a 86.000 adheridos. La idea de los responsables de la cita era convocar un evento masivo pensado como una «celebración» de las «victorias judiciales y políticas» del secesionismo. De facto, supone la reivindicación de la figura de Puigdemont y de la «estrategia exterior y de confrontación» que comanda el expresidente desde Waterloo. Todo ello, en contraposición con la actitud de «diálogo con el Estado» que predica Junqueras desde la prisión de Lledoners (Barcelona).

A pesar de apelar al conjunto del independentismo –también a ERC– la cita de Perpiñán se perfila como un aquelarre del «puigdemontismo». Con la idea de generar algo de expectación para su «regreso a Cataluña», el expresidente ha alimentado un calculado silencio a lo largo de los últimos días. Para ello, ha limitado al máximo su exposición mediática y en las redes sociales, altavoz habitual del dirigente neoconvergente. No obstante, la mesa de negociación Torra-Sánchez del miércoles y la crisis del coronavirus ha eclipsado el interés por una cita que aspira a convertirse el mayor acto político celebrado por secesionismo fuera de Cataluña después de las manifestaciones organizadas en Bruselas (2017) y Madrid (2019).

A la espera de ver si Puigdemont corona el acto de Perpiñán con algún anuncio de calado, como su intención de ser candidato «simbólico» para las próximas elecciones catalanas, el evento celebrado en Francia le servirá para recuperar foco, publicitar su «Consejo por la República» y dar un impulso a la precampaña para unas elecciones autonómicas aún sin fecha.

Conscientes del trasfondo partidista del evento, titulado «La República en el centro (del mundo)» Esquerra ha reducido al máximo su presencia en la cita. El líder de los republicanos, el vicepresidente Pere Aragonès, no acudirá al acto. Por su parte, el preso Oriol Junqueras y la también fugada Marta Rovira participarán en el evento con cartas y mensajes grabados. Así las cosas, la delegación de ERC en Perpiñán tendrá un perfil estudiadamente bajo y contará con una portavoz en el Parlament, un exconsejero y regidor en Barcelona y del vicesecretario de «vertebración territorial». Otro capítulo de la guerra Junts-ERC, ahora, en tierras galas.

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