Junts per Catalunya rebaja el tono: no forzará un nuevo choque con el Estado para investir a Puigdemont
La formación encabezada por Carles Puigdemont recula y apuesta ahora por no entrar en un escenario «de desobediencia» mientras asegura no tener voluntad de generar «nuevos problemas»
Junts per Catalunya empieza recular para sumarse a las tesis del independentismo más moderado . Después de meses afirmando que su única opción era investir a Carles Puigdemont , ahora tratan de evitar un nuevo pulso con el Estado. No en vano, este viernes, el portavoz de la formación y estrecho colaborados del expresidente cesado Eduard Pujol ha descartado forzar a la Mesa del Parlament a la desobediencia con tal de elegir al exalcalde de Gerona.
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No generar «nuevos problemas». Aunque desde la formación neoconvergente insisten en censurar las «amenazas» del Estado , Pujol ha apuntado que después de que el Consejo de Garantías Estatutarias no haya avalado la elección a distancia de Puigdemont y que el Tribunal Constitucional haya suspendido su candidatura a la presidencia de la Generalitat, su formación deberá analizar a fondo las repercusiones de una eventual investidura del expresidente y no complicar más todavía la situación en el Parlament.
No «alimentar» más el conflicto
Asimismo, Pujol ha dejado claro en declaraciones a la Agencia Efe que JpC «no forzará ninguna situación de desobediencia» porque sería «alimentar aún más el conflicto en la mala dirección». En este sentido, ha incidido en que es necesario mantener «la opción de Puigdemont» pero sin entrar «en un escenario de desobediencia», porque no hay voluntad de «generar nuevos problemas» .
Las afirmaciones de Pujol suponen un giro copernicano a la estrategia de Junts per Catalunya, formación que tras las elecciones del 21-D mantuvo unas aspiraciones de máximos que ha ido rebajando con el tiempo, hasta llegar a descartar ahora un nuevo enfrentamiento frontal con el Estado para cumplir su principal promesa de campaña: que Puigdemont volviera a Cataluña, o por lo menos, investirlo a distancia.
Sin embargo, la decisión del Consejo de Garantías Estatutarias y las voces cada vez más insistentes y desacomplejadas incluso en el entorno más cercano del expresidente pidiendo la formación de un nuevo Ejecutivo está obligando a JpC a recular y hacer virar su estrategia hacia horizontes más realistas. Así las cosas, los neoconvergentes se alejan de la CUP y se alinean con ERC, formación que lleva meses implorando la formación de un nuevo Govern surgido de una investirua «efectiva».
Denuncian «amenazas»
A pesar de reconocer limitaciones en la hoja de ruta del expresidente cesado, Pujol ha reiterado que cuando en un Parlamento como el catalán llegan «advertencias formales» como, a su parecer, son las sentencias y resoluciones del Constitucional «alguna cosa falla». «La amenaza como herramienta de solución de un conflicto que es político no lleva a ninguna parte», ha sentenciado antes de apuntar que este tipo de estrategias nunca pueden ser buenas para la «gestión política».