El MNAC celebra el «estigma marginal» de Nonell y el esplendor de Carracci mientras ultima su ampliación
El museo barcelonés prepara para 2021 una gran exposición sobre Gaudí junto al Museo de Orsay
En julio de 2021 llegará la gran exposición dedicada a Antoni Gaudí y durante 2022 debería concretarse tanto la ampliación en el pabellón Victoria Eugenia como esa intervención en la sección dedicada al románico con la que se busca aportar nuevas lecturas a la joya de la colección, pero mientras tanto el Museo Nacional de Arte de Cataluña (Mnac) se ha propuesto reivindicarse como «museo de presente» y ahondar en su dimensión social. «Lo importante es llegar a más gente. Hay una gran masa de personas que no va nunca a un museo», ha valorado el director del museo, Pepe Serra, durante la presentación del programa de exposiciones previsto para 2020.
Esa voluntad por llegar a un público lo más numeroso y variado posible (837.694 personas pasaron por el museo el año pasado) se traduce en un menú artístico en el que el «estigma marginal» de Isidre Nonell comparte protagonismo con el diálogo entre los ceramistas Josep Llorens Artigas y Hamada Shöji o la abstracción informalista de Guinovart, Hernàndez-Pijuan o Ràfols-Casamada.
De Nonell, por ejemplo, se exhibirán 250 piezas con las que el museo barcelonés quiere subrayar la capacidad del pintor catalán para subvertir el gusto burgués y, al mismo tiempo, revisar con un nuevo relato la figura de uno de los grandes artistas de finales e siglo XIX y principios del XX, mientras que «Los colores del fuego. Hamada-Artigas» busca alumbrar una idea «que no está en ningún sitio». Esto es: la conexión entre el arte popular japonés y la cultura catalana. Para ello, el Mnac reunirá un centenar de piezas llegadas desde el Victoria & Albert Museum de Londres, la Japan Folk Crafts Museum de Tokio o la Fundación Miró.
Clímax barroco
Con todo, el clímax de la temporada llegará con la exposición dedicada a los frescos barrocos que Annibale Carracci realizó para la Capilla Herrera, dieciséis fragmentos repartidos entre el Museo del Prad y el MNA que se exhibirán de forma conjunta por primera vez desde 1830. «A pesar de la precariedad, mantenemos el espíritu y el esfuerzo por trabajar internacionalmente», ha destacado Serra sobre una exposición que se estrenará en el Prado, llegará al MNAC en octubre y se despedirá en el Palazzo Barberini de Roma en 2021. Será entonces cuando se despeje la incógnita de si las pinturas podrían acabar exponiéndose conjuntamente de forma permanente. «Ahora que se conocen bien el conjunto y los dibujos preparatorios, hay un volumen de información que obliga a explicarlo de otra manera», señala Serra.
«Todo lo que sea menos de 3 millones para programar es una anomalía, es ridículo»
Pep Serra
Director del MNAC
Sin perder de vista las intervenciones que artistas como Oriol Vilapuig, Mabel Palacín y Vicens Vacca realizarán en diferentes espacios del museo, otro de los flancos que refuerza el MNAC es el de las colaboraciones con instituciones externas. Es ahí donde entra en juego un acuerdo con la Fundación Suñol que se traducirá en una serie de «diálogos intrusos» que llevarán a las diferentes salas del MNAC ocho obras de especial relevancia de los fondos de la colección Suñol.
«Lejos y mal conectados»
Con un presupuesto global de 15,5 millones de euros y apenas 1,5 millones para programar exposiciones («todo lo que sea menos de 3 millones para programar es una anomalía, es ridículo», lamenta Serra), desde el MNAC esperan que el incremento en la partida de Cultura pactada por tenga efectos beneficiosos para sus cuentas. También que el Ayuntamiento de Barcelona se avenga a urbanizar todo el entorno del museo. «Estamos lejos y mal conectados», deplora Serra, quien reclama mejor iluminación, urbanización y seguridad en la zona de Montjuïc.
Unas mejoras que, añade, podrían llegar de la mano de la ampliación hacia el Pabellón Victòria Eugènia de Montjuïc que Serra ve más probable que se produzca el 2022 y no en 2021, como anunció en diciembre el Patronato. «Se dijeron unas fechas no extremadamente optimistas, sino lo siguiente», considera Serra. De momento, el MNAC está negociando un convenio con el Ayuntamiento para tratar de empezar cuanto antes las exposiciones temporales. «Necesitamos poder poner los pies en el pabellón cuanto antes», subraya un Serra que, pese a todo, no renuncia a que la gran exposición de Gaudí que el MNAC organizará junto al Museo de Orsay marque el estreno de parte de la ampliación.