CANTO

Un Flórez muy locuaz en el Palau de la Música

El cariño del público no le dejó marchar, correspondiendo con varias propinas acompañándose él mismo con una guitarra

Juan Diego Flórez, durante su actuación en el Palau PALAU DE LA MÚSICA

PABLO MELÉNDEZ-HADDAD

Juan Diego Flórez es ya un viejo conocido de la afición barcelonesa. Si en el Liceu el brillante y mediático tenor peruano ha cantado parte importante de su repertorio, en el Palau ya son varias las convocatorias que ha protagonizado y siempre, como en esta ocasión, con un repertorio generoso en virtuosismo; esta vez, además, no paró de «bromear» desconcentrando al público.

El repertorio mostró su avance hacia un repertorio más lírico, aunque sin renunciar a aquel con el que construyó su leyenda, el belcantista rossiniano. Y precisamente de la mano del cisne de Pésaro Flórez levantó el vuelo, escogiendo para abrir tres canciones de salón de Rossini: «La lontananza», «Bolero» y «Addio ai Viennesi», en las que mostró esas armas que lo han hecho famoso: un fraseo casi edulcorado de tan matizado, un decir siempre elegante, un control del «fiato» sorprendente y agudos como soles. El lucimiento virtuoso que anticipaban las canciones llegaría más tarde, con el aria «Ah, dov’è il cimento», de la ópera «Semiramide», siempre de Rossini, en la que se aplicó con coloraturas y le sacó brillo a agudos y sobreagudos finalizando la primera parte con el público encantado.

Antes había interpretado dos arias operísticas de Mozart, una inspirada «Ich baue ganz auf deine Stärke», de «Die Entführung aus dem Serail», seguida de la imposible «Vado incontro al fato estremo», de «Mitridate», imponiendo una línea de canto adecuada y sacando brillo a los agudos.

De Ruggero Leoncavallo ofreció las canciones «Aprile», «Vieni, amor mio» y «Mattinata», que abrieron la segunda parte del recital, interpretadas con cierto absoluta entrega. La temperatura subió cuando Flórez interpretó piezas de Puccini, otro de los compositores nuevos en su repertorio, bordando las arias «Avete torto», de «Gianni Schicchi» y la popular «Che gelida manina», de «La Bohème», negociando con sabiduría y expresividad los graves más extremos.

El tenor peruano cantó en Bolonia, en diciembre pasado, su primer «Werther» escenificado con gran éxito, y si allí bisó su «Pourquoi me réveiller», en el Palau llegó a entusiasmar. También Verdi ha entrado en la agenda de Flórez, ya que ha incorporado el Duque de «Rigoletto», apostando esta vez por el aria de «I Lombardi» «La mia letizia infondere» cantada espléndidamente y por la escena del tenor de «La Traviata», «Dei miei bollenti spiriti» con su respectiva «cabaletta». El cariño del público no le dejó marchar, correspondiendo con varias propinas acompañándose él mismo con una guitarra.

Obras de Rossini, Mozart, Massenet, Leoncavallo, Puccini y Verdi. Intérpretes: J. D. Flórez, tenor, y V. Scalera, piano. Palau 100-Grans Veus. Lugar: Palau de la Música Catalana. Fecha: 14-02-17

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