Antonio Banderas relativiza sus posibilidades en los Oscar: «Voy muy relajado porque no soy favorito»

El actor presenta en Barcelona «A Chorus Line», que podrá verse en el Tívoli a partir del 21 de febrero

Pablo Puyol y Antonio Banderas, este lunes en el Tívoli de Barcelona Efe

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No estará sobre el escenario durante las funciones en el Teatre Tívoli, pero Antonio Banderas no ha querido perderse la presentación barcelonesa de «A Chorus Line» y, entre ceremonia de los Goya, función final en el Teatro del Soho Caixabank y viaje a Nueva York para empezar a preparar la carrera por los Óscar, ha encontrado este lunes un hueco para reivindicar el poder incontestable del teatro. «En este mundo en el que las cosas que no están grabadas parece que no existen, tener todavía un arte que es efímero y en el que lo único que permanece es el recuerdo me parece precioso», ha destacado el actor malagueño.

Así, con un pie en el musical y el otro el cine, Banderas busca repetir en Barcelona el éxito que «A Chorus Line» cosechó en Málaga, con 62.000 entradas vendidas, mientras relativiza y minimiza cualquier posibilidad de regresar de Estados Unidos con un Óscar bajo el brazo. «Voy muy relajado porque no soy favorito -ha dicho-. Para que te nominen no basta con una buena interpretación: también hay que decir "estoy aquí y quiero el Oscar" y hacer promoción. Y yo apenas he hecho nada porque estaba haciendo teatro en Málaga, así que la propia nominación ya vino con una sorpresa».

Banderas compite con Joaquin Phoenix, Leonardo DiCaprio, Jonathan Pryce y Adam Driver en la categoría de Mejor Actor por su interpretación en «Dolor y Gloria», película que, tal y como ha reconocido, también se ha visto influida por el infarto que sufrió hace tres años . «Fue una experiencia profunda y muchas de las cosas que han quedado dentro de mí están en la película», ha dicho.

A la espera de lo que ocurra la noche del 10 de febrero, Banderas cede el testigo al actor Pablo Puyol para interpretar a Zach, el implacable director que retuerce la vida de los bailarines en esta afilada radiografía del mundo del espectáculo. Un cambio de papeles que se oficializará en Bilbao el próximo 6 de febrero y se instalará en el Tívoli de Barcelona entre el 21 de febrero y el 29 de marzo. Sobre el escenario, 29 intérpretes, una orquesta de 15 músicos y cierto retorno al espíritu original de la obra. «"A Chorus Line" nunca ha sido interpretada por estrellas, así que probablemente yo he sido el reclamo para el éxito de la obra en Málaga. La magia del espectáculo, sin embargo, es que la gente puede entrar por ese reclamo y salir con otra idea», ha relatado el intérprete.

Sin salir de Málaga, Banderas también ha aprovechado para quitar «drama» a la dimisión de Lluís Pasqual como director del Teatro Soho CaixaBank de Málaga asegurando que era algo sabido por los dos de antemano. «Poca gente lo sabe, pero a mí Lluís lo que me dijo es que me iba a ayudar en el parto», ha dicho. El papel de Pasqual, ha insistido Banderas, estaba claro desde el principio: «Venía a dar esa patada que necesitaba el teatro, a ayudar en la gestión y la administración presentándome a gente que sigue aquí». Además, ha añadido, «Lluís se va de la gestión pero como director de escena va a venir». «Tenemos ganas de trabajar juntos», ha destacado antes de recordar las palabras de Pascual («es tu hijo y lo tienes que criar tú») y de zanjar cualquier amago de polémica. «Entiendo que estas cosas tienen morbo, pero no hay nada más allá de la carta que escribió».

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