MOVILIDAD

El RACC alerta de los problemas de movilidad que traerá la unión del tranvía en Barcelona

Un estudio de la entidad estima que puede hasta cuatriplicar tiempos de trayectos de vehículos privados y duplicar las emisiones contaminantes

Las obras de la unión podrían empezar el año que viene según Colau INÉS BAUCELLS

ANNA CABEZA

Batacazo al proyecto de la unión de los tranvías de Barcelona por la avenida Diagonal. Con el plan de Ada Colau sobre la mesa de impulsar el proyecto de conexión de Trambesòs y Trambaix y con la intención del gobierno municipal de arrancar sus obras el próximo año , un contundente estudio del RACC presentado esta mañana ha alertado de los perjuicios en tiempo de transporte y en contaminación que acarreará la ansiada unión.

Un estudio del RACC ha advertido de que la conexión podría incluso cuatriplicar el tiempo de desplazamiento de un vehículo privado y que, como consecuencia del aumento de la congestión, también podría duplicar el número de emisiones contaminantes. El informe se ha elaborado a partir del análisis de la puesta en marcha del tranvía en 21 cruces del Eixample y de su convivencia con los otros transportes de la ciudad.

Las conclusiones del estudio revelan que la conexión de los tranvías beneficiaría, obviamente, a los usuarios de este servicio ferroviario, que reducirían considerablemente su tiempo de desplazamiento. Para el resto de transportes, la unión conllevaría retrasos: los notarían especialmente los usuarios de autobús y los peatones que cruzan la avenida Diagonal.

En concreto, la prioridad semafórica para el tranvía dañaría la competitividad del bus que circula por la Diagonal que, por ejemplo, en la zona de Francesc Macià acarrearía un aumento del tiempo de trayecto de entre un 8% y 28% en función de la línea. Otras líneas que cruzan la avenida, como la 22, 24 o V17, también sufrirían trayectos más lentos.

En vehículo privado, el estudio detecta una mejora del 22% del tiempo de recorrido de entrada a la ciudad, aunque de salida el tráfico –que el consistorio pretende desviar por la trama del Eixample y saliendo por la calle Urgell y avenida Sarrià– que empeora considerablemente, con un tiempo de 3 a 14 minutos de salida. En este caso, además, las emisiones contaminantes se doblan.

Los peatones también sufrirán las consecuencias del tranvía, dado el cambio semafórico que conllevará. Así, según el estudio, los que cruzan la Diagonal pasarán a tener que esperar el doble del tiempo para cruzar la avenida.

Además, «a pesar de la reducción de los óxidos de nitrógeno (NOx) proporcionada por el tranvía al sustituir las líneas de bus 6, 7, 33 y 34, la congestión generada por el resto de vehículos comporta incrementos de contaminación», destaca el estudio. Así, se calcula que las emisiones de los buses podrían crecer un 30,2% y las del tráfico privado, crecería entre un 21,9% y 12% en función de la zona.

«No estamos en contra del tranvía»

«No estamos en contra del tranvía, pero tampoco a favor de los cheques en blanco. La unión del tranvía es la infraestructura más importante que se ejecuta desde las Rondas y las cosas se tienen que hacer bien, estudiadas y sin prisas», ha asegurado el presidente del RACC, Josep Mateu.

Junto al director técnico de la Fundación Racc, Lluís Puerto, han pedido al consistorio que elabore un estudio del tráfico teniendo en cuenta la conexión del tranvía y la puesta en marcha de las «superislas» , el otro gran proyecto de movilidad del gobierno Colau.

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