Maragall defiende que Colau se benefició del espionaje para conseguir la alcaldía de Barcelona en 2019

El líder republicano cree que hay una responsabilidad directa del Estado en las negociaciones para formar gobierno, mientras que los comunes exigen una rectificación

El caso Pegasus tensiona el gobierno de Ada Colau con el PSC en el Ayuntamiento de Barcelona

Maragall, este lunes durante una comparecencia ante los medios Efe/ EP

Anna Cabeza

La polémica por el espionaje a líderes políticos se recrudece en Barcelona. El Ayuntamiento, que tiene a dos concejales que sufrieron los efectos del programa Pegasus, lleva semanas con la actualidad municipal alterada por el conocido como 'catalangate' pero el caso ha cogido una nueva envergadura después de que este fin de semana se haya destapado que el CNI estuvo espiando en junio de 2019 las negociaciones que ERC, la formación ganadora de los comicios locales, emprendió para intentar conseguir un acuerdo para llegar a la alcaldía.

Los servicios secretos querían saber las intenciones de los republicanos porque no querían que los independentistas gobernaran la ciudad y espiaron a uno de los mediadores en las negociaciones entre partidos, según avanzó 'La Vanguardia'. Las reuniones acabaron en nada, y es que a pesar de que el candidato republicano Ernest Maragall fue el ganador de las elecciones en voto no consiguió un pacto que le llevara a la alcaldía. Ada Colau, que quedó en segundo lugar, consiguió ser investida tras conseguir el apoyo de PSC y la abstención del grupo encabezado entonces por Manuel Valls .

Todo ello ha encendido especialmente las relaciones entre comunes y republicanos, justo cuando queda prácticamente un año para las próximas elecciones. Maragall aseguró en un primer momento en declaraciones a Catalunya Ràdio que la alcaldesa y el líder de los socialistas y primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, se beneficiaron del espionaje y que las conversaciones que tuvo su formación con los comunes que acabaron en nada , fueron «preparadas y premeditadas» y «evidentemente, con conocimiento de la señora Colau» del supuesto espionaje. «Para mantener el poder todo vale, incluso la ayuda del CNI», comentó.

Los comunes insisten en pedir una rectificación

Maragall, que repetirá como candidato de ERC, matizó sus palabras horas después y dio por hecho que Colau no debía conocer el espionaje pero la polémica ya estaba servida. La alcaldesa fue tajante: «Insinuar que he tenido alguna complicidad con el espionaje es una barbaridad «, comentó desde sus redes sociales. Además, confesó que le dolía que tales afirmaciones llegaran de un partido de izquierdas y compañero en el Ayuntamiento y por todo ello pidió »una rectificación sincera o que ERC desautorice estas declaraciones«.

Este lunes, Maragall ha intentado atajar la polémica y ha asegurado en declaraciones a Rac1 que «ni he dicho ni he pensado» que Colau fuera conocedora del espionaje. Con todo, ha reiterado que «hay una operación política de Estado y partidaria que concluyó con una acuerdo» entre comunes y PSC. «Hay una responsabilidad política evidente del Estado del Gobierno y del CNI. No veo que hiciera falta que lo supiera Valls», ha sentenciado. Más tarde, en una comparecencia especial para abordar la cuestión ha vuelto a puntualizar que Colau se benefició «indirectamente» del espionaje pero no lo conocía y que Collboni fue el «beneficiario directo».

Desde los comunes, el ministro de Universidades, Joan Subirats, de visita a Barcelona, ha calificado de insólita y totalmente desmesurada la reacción del líder de ERC y ha pedido «tranquilidad». «Los comunes también hemos sido perjudicados por esta operación, de alguna manera hemos sido escuchados y se nos ha estado controlando», ha afirmado en una entrevista en TV3 recogida por Ep. Además, el portavoz de los comunes y diputado en el Congreso, Joan Mena, ha reclamado que rectifique el «discurso partidista».

Por su parte, la viceprimera secretaria del PSC Lluïsa Moret ha instado al presidente catalán, Pere Aragonès, a que pida al líder de ERC en Barcelona «rectificar». « N o se pueden hacer acusaciones sin fundamentos. Las reglas del juego democráticas son otras», ha asegurado .

Junts apuesta por otro pleno extraordinario

Maragall es uno de los dos concejales municipales espiados junto a Elsa Artadi (líder local de Junts), que recientemente anunció que abandona la política y que dejará formalmente su acta en el pleno del mes de mayo. Su formación, que este lunes ha anunciado la nueva organización municipal (que pasará a encabezar la concejal Neus Munté) ha pedido la celebración de un pleno extraordinario al respecto. « No podemos ver este escándalo mayúsculo desde el punto de vista de espectador« , ha defendido el portavoz de la formación, Jordi Martí.

El último pleno municipal ya contó con una sesión extraordinaria previa sobre el 'catalangate' hace casi un mes, una sesión en la que curiosamente ERC y comunes se alinearon , dejando al margen al resto de grupos municipales.

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