La madre encerrada en el consulado de Uruguay entrega a su hija al padre
Un juez español dictaminó el cambio de custodia tras una denuncia archivada de abusos
El caso de la mujer de Uruguay y su hija que se atrincheraron el pasado viernes en el consulado de este país en Barcelona ha llegado su fin este mediodía. Por orden judicial, la madre ha entregado finalmente a su hija poco antes de la una del mediodía en un intercambio producido en presencia de los Mossos y un gran revuelo mediático.
La menor ha salido a las 12.53, en un skoda azul oscuro por el parking que se encuentra al lado del consulado, el cual ha sido acordonado por los Mossos. La menor iba acompañada por un equipo de psicólogos y de la policía autonómica en dirección a Vielha (Lleida) para entregársela al padre, que no ha acudido a la legación. La salida de la niña ha coincidido con la protesta de un gruo de personas en apoyo de la madre.
Las mismas fuentes consultadas por Efe han informado de que la menor se ha opuesto "rotundamente " a separarse de la madre, por lo que podría pasar por alguna comisaría antes de dirigirse a Vielha para "calmar" los ánimos.
Ha pasado una semana desde la fecha en la que la madre uruguaya tendría que haber entregado a su hija a la policía catalana , después que se archivara una denuncia por malos tratos y abusos a la menor supuestamente cometidos por el progenitor, y después de que u n juez de Viella (Lérida) otorgase la custodia al padre.
Los mossos han permanecido ante el consulado uruguayo desde el pasado lunes, a la espera de entregar a la menor a su padre biológico, que tiene la custodia judicial. Contrario a cumplir la sentencia, el cónsul se negó a colaborar y ha apoyado que la madre se atrincherara en sede diplomática para evitar hacerlo. Los Mossos, al tratarse de una sede consular no han podido entrar en la delegación.
El caso ha generado un enorme revuelo tanto en Uruguay como en España, donde distintos colectivos, CC.OO entre ellos, se han manifestado a favor de la madre.
En una providencia, la magistrada Cristina Marrero ordenó ayer jueves 10 de octubre que se trasladara la menor a los Mossos, bajo el "riesgo de incurrir en un delito de desobediencia a la autoridad judicial si no se cumple con la solicitud".
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