Las gaviotas se adueñan del cementerio de Montjuïc: «Se arrojan contra nosotros mientras trabajamos»

Recomiendan no visitar el camposanto más grande de Barcelona durante las horas de sol para evitar ataques de estas aves, que se encuentran en época de cría

Jordi Martínez

Su presencia algunas veces intimida. Habitan sobre los acantilados de Montjuïc. En el extremo sur de esta montaña, frente al puerto de Barcelona, existe una colonia de entre 100 y 200 gaviotas dispuestas a defender sus nidos . Este es un lugar remoto, alejado de la huella del hombre. Aquí las olas rompen en silencio y nadie suele molestar. Quizá por eso, en el siglo XIX, se construyó en esta ladera el mayor cementerio de la urbe. 150 años después, sin embargo, estos animales amenazan la integridad del camposanto y de sus visitantes, anidan sobre los nichos y no dudan en atacar a quienes se acercan .

«Alguna vez se han arrojado contra nosotros mientras trabajamos », afirma un operario que prefiere no decir su nombre. Desde el cementerio dan poca información sobre este asunto. De hecho, todos los trabajadores consultados por ABC responden con evasivas o, directamente, rehúsan contestar. «Es un tema que nos cansa y que se ha sacado de contexto», explican desde B:SM, empresa municipal que gestiona, entre otros equipamientos, los cementerios de la ciudad.

La proliferación de las gaviotas en este recinto no es un tema nuevo. Hace un año, en junio de 2021, Cementerios de Barcelona emitió un comunicado en el que se recomendaba a los visitantes llevar paraguas para protegerse de la actitud agresiva de estos animales en temporada de cría, en tanto que si atacan siempre lo hacen en el punto más alto. Según explicaron, las gaviotas anidan en los tejados de las sepulturas, «defecan» y «sobrevuelan» por encima de los visitantes para tratar de echarlos. Un año más tarde, la situación se repite y el cementerio ha recomendado no visitar el camposanto durante las horas centrales del día, que es cuando estos animales son más agresivos y son susceptibles de atacar, según informó recientemente la cadena local Betevé.

Aunque ni B:SM ni Cementerios de Barcelona ni el propio Ayuntamiento han querido entrar en más detalles, la realidad habla por sí sola.

Varias gaviotas gaviotas sobre unos nichos de Montjuïc Adrián Quiroga

En el cementerio de Montjuïc, existen multitud de nidos situados en lugares poco accesibles , como los tejados de los mausoleos o la parte alta de los nichos. Cuando uno pasa en coche, un buen número de gaviotas observa desde las alturas. Su actitud es agresiva y en ocasiones empiezan a graznar y sobrevuelan la cabeza de los visitantes e incluso los llegan a atacar si se aproximan a uno de sus nidos. Se las puede ver por todas partes, hurgando en la basura o planeando sobre el puerto.

A las 15:30, a pleno sol, los polluelos permanecen en los nidos vigilados por una, o varias hembras protectoras. Cuando amenazan son fáciles de percibir a pesar de la distancia. La dimensión del cementerio de Montjuïc es muy difícil de expresar. Esta ladera tiene más de quince alturas y acoge cerca de 150.000 sepulturas. A priori, la tranquilidad aquí se da por descontada. Pero hoy por hoy, no es un lugar agradable donde estar.

Gaviota volando en el Cementerio de Montjuïc Adrián Quiroga

Protección de los nidos

«Durante mayo y junio las gaviotas crían entre dos y tres polluelos» , explica Raül Ramos, experto de la facultad de Biología de la Universidad de Barcelona, que detalla a este diario que «es normal que se alteren si detectan la proximidad de un potencial depredador ». Además, el investigador indica que a mitad de junio, las crías se encuentran en la última fase antes de aprender a volar, lo que justifica la actitud de sus progenitores. «Para las gaviotas no es lo mismo perder un huevo -que no ha supuesto ningún esfuerzo ponerlo-, que perder un polluelo. Para ellas, perderlo en esta fase supondría una derrota », añade.

En la actualidad, existen entre 150 y 200 parejas nidificando en las azoteas de Barcelona y un centenar en espacios naturales, como son los acantilados de Montjuïc. En los últimos años, el número de estas aves ha aumentado en las proximidades de los grandes núcleos urbanos. Según Ramos, esto se debe principalmente a la falta de hábitats y la escasez de alimentos . «Históricamente, la colonia de mayor tamaño de estas aves en Cataluña se encontraba en la reserva natural de las islas Medas» (Gerona), comenta, «ahora nidifican en lugares donde antes era impensable que lo hicieran».

En la capital catalana, el programa de vigilancia de las gaviotas lo gestiona el servicio de control de plagas de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB). En 2021 se reportaron 302 incidentes relacionados con estos animales , la mayoría en época de cría. En el cementerio, según explica su departamento de comunicación, el control de las gaviotas se realiza durante todo el año con vuelos de aves rapaces. Se efectúan tres actuaciones semanales con el objetivo de desplazar parte de la colonia de estos ejemplares hacia el acantilado al este del cementerio.

En este sentido, Ramos cuenta que aunque se han reportado avistamientos de estas aves en zonas no costeras, suelen anidar cerca del mar. «El cambio de recursos las obliga a buscarse la vida más allá de su ecosistema, pero todavía mantienen su carácter ancestral ». Todavía no se sabe cómo terminará todo esto, pero ornitólogos y toda clase de profesionales del sector piden un poco de paciencia y que no se «criminalice» a estas aves. Al fin y al cabo, dicen, solo se están adaptando al «mundo nuevo» que hemos creado.

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