Las escuelas municipales de música de Barcelona también tendrán que impartir danza y teatro

Joan Subirats, teniente de alcalde del Consistorio, defiende que «los conciertos de Navidad y fin de curso serán más bonitos»

Estudiantes de la escuela de música Can Ponsic, en Sarrià AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

Pep Gorgori

El Ayuntamiento de Barcelona se ha propuesto cambiar profundamente el modelo de escuelas de música municipales en los próximos años. Aunque el sistema actual nunca ha llegado a estar plenamente desarrollado, el consistorio considera que es el momento de acometer reformas sustanciales. Hace diez años, se hablaba de hacer una de estas escuelas en cada distrito. Actualmente, hay solamente cinco en funcionamiento y dos más en camino, las de Sants y Sant Martí. Según los planes del gobierno local, en los próximos años, todas ellas tendrán que impartir, además de música, danza y teatro.

El teniente de alcalde de Cultura y Educación, Joan Subirats, ha admitido en rueda de prensa que los cambios irán en detrimento de las clases individuales, que hasta ahora se consideran necesarias para alcanzar un nivel que permita acceder a los conservatorios y a estudios superiores de música. El argumento en este sentido es claro: «Los datos nos dicen que el curso pasado fueron muy pocos los alumnos de escuelas públicas que acabaron yendo al conservatorio, solamente 20 del total de matriculados». Se deduce, pues, que el resto de nuevos matriculados en el conservatorio procedieron no de escuelas municipales sino de centros privados, donde sí se seguirán impartiendo clases individuales como hasta ahora.

Ello choca con otro de los argumentos esgrimidos en la rueda de prensa: «Es un tema de democratización de la cultura, ya que la cultura no tiene que ser elitista. Respondemos a lo que hoy es un marco de desigualdades notables que hoy tiene la ciudad», afirmó Subirats. El teniente de alcalde, además, ha destacado otro beneficio de la medida: «Los conciertos de Navidad y final de curso serán más bonitos porque además de música habrá teatro y danza».

A su lado, la comisionada de Educación del Ayuntamiento, Maria Truñó, justificaba la reforma afirmando que «la música y las artes son también una excusa para encontrarnos, y habrá una pérdida de clases individuales a favor de este planteamiento pedagógico». Subirats reconoce que «es normal que todo cambio conlleve cierto miedo hacia lo que se desconoce, pero confiamos y creemos que estos cambios son posibles y que el modelo está avalado».

El aval, ha dicho, es que «tenemos la sensación de que las experiencias cercanas de formacion grupal en El Prat, L’Hospitalet y Mataró» obtienen mejores resultados gracias a «los incentivos que reciben los alumnos» al saber que se encontrarán con los compañeros en clase en lugar de trabajar a solas con los profesores.

Otro de los aspectos destacados de la reforma es la voluntad de que el profesorado de escuelas de música imparta docencia también en «escuelas de primaria donde hay niños y niñas que de otra manera no se acercarían a una escuela de música. Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma», ha explicado Truñó.

El cambio de orientación plantea un problema de espacios. Truñó admite que las escuelas de música que existen actualmente no disponen de las instalaciones adecuadas ni del sitio suficiente para hacer clases de teatro y danza. Preguntada sobre cómo se va a solucionar esto, la comisionada ha respondido: «Lo que tenemos previsto y es compromiso del gobierno es buscar los espacios adecuados en equipamientos próximos para que la oferta se pueda impartir fuera de la propia escuela, y esperamos que sean los proyectos pedagógicos que se presenten para gestionar las escuelas los que encuentren las fórmulas concretas».

Todos estos cambios estarán incluídos en el pliego de condiciones que deberán cumplir las empresas que aspiren a gestionar las escuelas de música concertadas. Las que gestiona directamente el propio ayuntamiento tendrán que adoptar las medidas de acuerdo con los tiempos y los procedimientos que fija la ley de la función pública. Las nuevas condiciones para gestionar las escuelas municipales no se han consensuado con el sector, según Subirats, porque la ley prohibe anticipar cambios en las cláusulas a los actuales concesionarios, ya que se produciría vulneraría la igualdad de condiciones en el acceso a la información. El cambio, en cualquier caso, será progresivo y no se empezará a aplicar el próximo curso, sino en los años venideros.

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