Detenido el presunto asesino de su pareja hace un año en Granollers

La policía halló el cadáver decapitado de la mujer en el río Congost (Barcelona) en septiembre de 2018

La víctima estaba embarazada de dos meses cuando fue asesinada

El juez ha ordenado este miércoles el ingreso del hombre en prisión

Un equipo de emergencias operando en un río, en una imagen de archivo. EFE

Arturo Pérez López

Los Mossos d'Esquadra han detenido al presunto autor del homicidio de una mujer cuyo cuerpo fue hallado en septiembre de 2018 en el cauce del río Congost (Barcelona). La mujer, esposa del presunto autor del crimen, desapareció el 17 de julio de 2018 y no fue hasta la tarde del 9 de septiembre cuando se halló su cadáver, decapitado y en avanzado estado de descomposición , en el cauce del río a su paso por Granollers (Barcelona). Junto al cadáver, la policía halló una bolsa de plástico con la cabeza de la víctima. Además, la mujer estaba embarazada de dos meses cuando su pareja acabó presuntamente con su vida.

El hombre fue arrestado el lunes, y tras pasar a disposición judical este miércoles, el juez ha ordenado su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza.

La División de Investigación Criminal (DIC) de Granollers abrió una investigación para localizar al autor o autores del crimen, que finalmente concluyó este lunes con la detención de un hombre de 28 años y nacionalidad dominicana en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona). El hombre ha pasado este miércoles a disposición del Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº 1 de Granollers como presunto autor de un delito de homicidio, por el que podría enfrentarse a una pena de hasta 15 años de prisión .

Según el auto con el que el juez lo envía a prisión, el hombre cometió el crimen sobre las 02.00h del 17 de julio de 2018. Luego, el presunto agresor declaraba a la policía que su pareja se había marchado del domicilio que compartían tras una discusión . La víctima estaba embarazada de dos meses y, según declaraciones de su esposo a la policía, éste era el motivo de su desaparición. Coartada que ahora los investigadores echan por tierra.

Tres días después de la desaparición de la víctima, el detenido se presentó con un maletín en el domicilio de la tía de la víctima y le pidió que lo guardara porque contenía documentación y objetos que no quería que la policía alcanzase. Este gesto chocó a los familiares. Además, la madre de la víctima declaró que el hombre dejó en su vivienda prendas de ropa de su hija, algo que consideró incongruente de ella por sentirse segura de que se las habría llevado en su huída.

Una vez descubierto el cuerpo, tanto la madre como la tía de la víctima reconocieron sin duda que un trozo de tela hallado junto al cadáver era parte de una sábana que tenía la mujer en el domicilio que compartía con el supuesto agresor.

Durante la investigación de la DIC, algunos «pinchazos» telefónicos daban indicios de la implicación del marido de la víctima. Un intercambio de mensajes telefónicos entre ellos han revelado que ambos quedaron sobre las 02.00h del día de la desaparición en algún punto cercano al lugar donde se encontró el cadáver. Dos horas después, cuando la mujer ya había fallecido, su tía y su madre recibían dos mensajes de voz de su teléfono móvil con un contenido grabado con anterioridad. En aquel momento, el hombre accedía al domicilio que compartía con la víctima y el teléfono de su pareja se conectaba con la red Wi-Fi de la vivienda. Los «pinchazos» telefónicos han sido determinantes para el avance de las investigaciones y la vinculación del hombre con el crimen.

El auto del juez ha avanzado que los hechos investigados se corresponderían con un delito de homicidio de hasta 15 años de prisión, que se elevaría hasta los 20 años en el caso de que los hechos hayan sido cometidos con alevosía y se considere un asesinato .

Crimen machista en Terrassa

Las circunstancias del homicidio en Granollers se asemejan al asesinato de Mònica Borràs , hace un año en Terrassa. También en su caso, era el asesino, en este caso confeso, Jaume Badiella, quien comunicaba a los Mossos la desaparición de la víctima después de matarla.

En el caso de Borràs, los Mossos hallaron diez meses después su cadáver, enterrado en el jardín de la casa de Terrassa (Barcelona) que compartía con el asesino. Los registros telefónicos de «WhatsApp» de Borràs también fueron determinantes para las investigaciones de su asesinato.

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