Coronavirus
Barcelona asegura ahora que no hay colapso y descarta los entierros provisionales
Piden reabrir el crematorio de Collserola, cerrado por exceso de emisiones
Del mismo modo que la presión del Covid-19 sobre las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) parece atenuarse, lo mismo sucede en los cementerios y tanatorios de la ciudad, que desde el pasado 3 de abril han visto como la «demanda se ha estabilizado», según palabras ayer del teniente de alcalde de Prevención y Seguridad de Barcelona, Albert Batlle.
En estas circunstancias, y desmintiendo el sombrío panorama que dibujó el pasado lunes el concejal responsable de cementerios, Eloi Badia, no será necesario adoptar las medidas extraordinarias que se había explicado que entrarían en vigor a partir de hoy. Entre estas, la imposibilidad de atender las nuevas peticiones de cremación, para lo que se había explicado que qse procedería a realizar en estos casos inhumaciones provisionales para al cabo de dos años proceder a la incineración. Tampoco se limitará el acompañamiento en los entierros en los camposantos de la ciudad, ahora limitado a tres personas.
«La demanda está estabilizada y por tanto no hay saturación», aseguró ayer Batlle en contraste con el panorama de atasco total que había descrito Badia el pasado lunes. Batlle explicó que los tanatorios están al 50 % de su capacidad , 1.400 plazas (en condiciones de normalidad son 300), y «no hay lista de espera» ni para cremaciones ni para inhumaciones, por lo que aseguró que los servicios funerarios en Barcelona funcionan con «plena normalidad» . Cementerios de Barcelona ha pasado a gestionar unos 200 servicios diarios (cuatro veces más de lo habitual), de los cuales más de un 70% (Eloi Badia habló el lunes del 78%) son cremaciones, cuando este servicio antes de la crisis del Covid-19 rondaba el 54%.
El Ayuntamiento valoró de manera positiva la coordiación establecidad entre empresas funerarias y centros hospitalarios para agilizar los trámites. En esta linea, el Ayuntamiento anunció que la próxima semana entrará en fucionamiento un quinto horno crematorio (adquirido en el extranjero) que se sumará a los cuatro que ahora funcionan a pleno rendimiento en el Cementerio de Montjuïc.
Críticas
Lo que no se plantea el Consistorio es la reapertura de los tres hornos que hasta el pasado mes de mayo funcionaban en el cementerio de Collserola , algo que desde Mémora, la empresa que gestiona el tanatorio asociado a este camposanto se reclama como medida imprescindible. El crematorio de Collserola se cerró al quedar obsoletas sus instalaciones y superar el nivel de emisiones permitido, una circunstancia que ahora, dada la excepcional situación por la que se pasa, debería soslayarse, tal y como señala a Fernando Sánchez, director de Relaciones Institucionales de Mémora, muy crítico con el papel desempeñado por el Ayuntamiento. Tanto en Mémora como otras fuentes del sector sostienen que ya en circunstancias normales, incluyendo los picos de muertes por gripe, el crematorio va saturado.
También se es muy crítico entre las empresas del sector con el decreto de intervención y de precios máximos -ineficaz desde el punto de vista jurídico, apuntan- impulsado por la Generalitat, algo que consideran innecesario con respecto a unas empresas, insisten, plenamente conscientes de su responsabilidad social en el momento actual.
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