Escuela de Canet de Mar Inés Baucells

ABC

La enseñanza bilingüe en nuestro país, sobre todo en aquellas comunidades autónomas en las que existen lenguas cooficiales , ha sido objeto de polémica en inumerables ocasiones. Sin embargo, esta vez, la campaña de acoso en contra de una familia de Canet de Mar (Barcelona) después de que esta demandara a un colegio al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) para que se garantizase el aprendizaje en castellano de su hijo, ha vuelto a despertar el conflicto con más fuerza que nunca.

Los padres de un alumno de infantil de la escuela El Turó del Drac , en Canet de Mar, denunciaron que en el centro no se garantizaba la enseñanza en castellano. En el mes de noviembre, el Tribunal Supremo dejó claro que todos los centros de la Generalitat catalana debían impartir al menos un 25 % de sus clases en español . Así, con esta sentencia en la mano, el TSJC ha obligado a la escuela pública de educación infantil y primaria de Canet de Mar a hacer un 25 % de las horas en la clase del estudiante afectado en castellano. En concreto se harán en tres de las cinco tardes y dos horas más.

La sentencia levantó las críticas tanto del Govern como de un grupo de familias, y ahora la familia denunciante ha pedido al TSJC que se garantice la seguridad de su hijo después de producirse amenazas contra ellos.

El pasado martes, 7 de diciembre, la portavoz de la Generalitat de cataluña, Patrícia Plaja , señaló en una rueda de prensa posterior al Consejo Ejecutivo del Govern al niño y a la familia de la escuela de Canet que han conseguido que se aplique el 25 % de las clases en español en las aulas.

Platja ha asegurado que la decisión del TSJC es «es una vulneración flagrante al derecho de la mayoría de las familias y los alumnos del centro», porque «que un solo alumno obligue a cambiar la lengua al resto es, por lo menos, sorprendente».

De hecho, lejos de mostrar una mínima preocupación por el menor implicado, cuya familia está recibiendo presuntemente amenazas , la portavoz se ha dirigido al colegio de Canet para «que se pueda mediar o hacer alguna cosa al respecto» para incumplir la decisión judicial.

Del mismo modo, Patrícia Gomà (ERC), secretaria general de Educación y número dos del consejero, Josep Gonzàlez-Cambray (ERC), que el pasado miércoles se reunió con la dirección y los padres que protestan por la resolución del TSJC, para darles ánimos, celebró las quejas. «Encontramos positiva la reacción del resto de las familias», aseguró Gomà.

Este viernes, 10 de diciembre, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha adoptado una provisión en la que ordena al consejero de Educación de la Generalitat y a la dirección del centro El Turo del Drac a que adopten «las medidas necesarias para preservar la protección e intimidad » del citado menor, cuya familia está sufriendo una campaña de acoso tras haber pedido un mayor porcentaje de clases en castellano en la escuela.

Esta orden viene dada después de que la familia pidiera a la justicia catalana garantizar la «intimidad y seguridad» tanto del menor como de ellos mismos. En concreto, la familia ha hecho alusión a un grupo de Whatsapp creado por varias familias contrarias a la medida del 25 %, y donde según los padres afectados se habrían vertido «gravísimas amenazas» .

En el mismo foro, se explica en el escrito, algunos de los participantes habrían pedido de manera expresa a la dirección del centro que se identifique al niño, solicitando su expulsión del centro o «que se le haga el vacío en la clase». En otros comentarios «más extremistas se reclama el conocimiento del domicilio de la familia para que pueda ser apedreado». En el escrito dirigido al TSJC, y consultado por ABC, se señala que «no se conoce» por parte del centro «un pronunciamiento público condenando los comentarios».

Por otro lado, la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) y la plataforma Hablamos español han denunciado ante Fiscalía un tuit de Jaume Fàbrega , que posteriormente retiró, y que decía lo siguiente:

« ¡Me apunto a apedrear la casa de este niño! Que se vayan fuera de Cataluña. No queremos supremacistas castellanos que nos odian».

Las entidades aseguran que consideran que este tuit puede ser considerado una incitación a la violencia por parte del que fuera profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y que en 2018 tuvo que dejar su plaza en la universidad después de decir que Ciudadanos y los 'tabarnienses' son el «cáncer de Cataluña».

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