La pandemia hunde los ingresos de las familias que dependen de la economía sumergida

Es el caso de los empleados domésticos, los encargados de cuidar a niños y ancianos o los que viven de la venta ambulante o la recogida de chatarras, entre otros

Voluntarios de Cáritas durante la pandemia de coronavirus ABC

Miquel Vera

La crisis económica que ha acompañado al paso de la pandemia de coronavirus está causando estragos en las capas más desfavorecidas de la sociedad. Así lo advierte desde hace meses Cáritas Diocesana de Barcelona , que resalta ahora la disminución de los ingresos padecen, especialmente, las familias que sobreviven en los márgenes de la economía «formal». Según ha señalado este martes la ONG eclesial, estos ingresos han disminuido un 73% desde el inicio de la epidemia de Covid-19.

Otro asunto que preocupa a Cáritas es el impacto de la crisis sanitaria en el mercado laboral, un universo hostil antes de la pandemia para muchas personas que ya se encontraban en situación de vulnerabilidad antes del estado de alarma. Según el informe «Primer impacto de la crisis de la Covid-19 en las familias atendidas por Cáritas Diocesana de Barcelona», en la Ciudad Condal hay ahora un total de 92.735 parados, y lejos de volver a cifras anteriores al coronavirus, las previsiones de la pastoral social de la archidiócesis de Barcelona es que la situación no mejorará a corto plazo.

«El frenazo drástico de la economía ha provocado un aumento de la tasa de desempleo de 26,4 puntos porcentuales entre los miembros de los hogares atendidos por Cáritas . A principios de marzo, el 40,6% de los miembros de los hogares atendidos por la entidad se encontraban parados, y el impacto de la Covid-19 lo ha hecho aumentar hasta el 67%», ha advertido la entidad en un comunicado difundido hoy. Paralelamente, Cáritas advierte que la «paralización económica y empresarial» vivida desde hace meses ha causado un descalabro en los ingresos de las familias , que se han reducido un 36% desde el inicio de la crisis.

Con todo, la reducción más importante ha sido en las familias que trabajaban en la economía sumergida , que han disminuido un 73%. Esta situación afecta en mayor medida los hogares en situación administrativa irregular, que son los que recurren en mayor medida al trabajo en el mercado «informal». Es el caso de los empleados domésticos, los encargados de cuidar a niños y ancianos o los que viven de la venta ambulante o la recogida de chatarras, entre otros. Ninguno de ellos ha tenido derecho a prestaciones ERTE ni podrá acceder fácilmente a prestaciones como la Renta Garantizada de Ciudadanía o el Ingreso Mínimo vital por su situación administrativa.

Oportunidades en plena pandemia

En medio de este contexto desolador en términos sociales y económicos, Cáritas también aporta notas de optimismo. Es el caso de su programa «Feina amb cor» (Trabajo con corazón), que ha permitido obtener una oportunidad laboral a más de un centenar de personas durante el estado de alarma. «En este contexto de emergencia, es más necesario que nunca continuar acompañando a las personas para que no pierdan la esperanza, y que sepan que, a pesar de las adversidades, es posible volver a salir adelante», ha resaltado hoy Desiréee Garcia , responsable de este programa de formación e inserción laboral que ofrece un asesoramiento a largo plazo con simulacros de entrevistas y formaciones de todo tipo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación