La Justicia deniega la retirada de los equipos de respiración de los bomberos catalanes
El titular del Juzgado de lo Social 12 de Barcelona rechaza adoptar la cautelar que reclamaron los sindicatos al alertar de un riesgo inminente para la vida de los trabajadores
El Juzgado de lo Social 12 de Barcelona ha desestimado la petición de los bomberos de la Generalitat para paralizar de forma cautelar la utilización de los equipos de respiración autónoma (ERA) por el riesgo que suponen para su vida.
Los sindicatos UGT, Catac, CC.OO. y CSIF solicitaron la retirada de este mecanismo al considerar que sufre una «presunta contaminación por agua», que se encontraría detrás de una veintena de incidentes que han sufrido los efectivos de este Cuerpo de emergencias en los últimos dos años.
Según denuncian las organizaciones del gremio, el penúltimo se ha producido este mismo miércoles, «afortunadamente, sin consecuencias graves», pero advierten del «riesgo inminente» que supone la utilización de los equipos. «Puede tener consecuencias mortales».
Recurso de los sindicatos
En un auto fechado el 30 de marzo y consultado por ABC, el juez rechaza adoptar las cautelares solicitadas al no haber agotado los sindicatos la vía administrativa. Señala así el titular del Juzgado de lo Social 12 que el informe aportado sobre la peligrosidad de los equipos carece de firma, y por tanto, resulta imposible verificar el estado de los mismos.
Por su parte, fuentes sindicales han indicado a este diario que recurrirán la decisión, apelando a la urgencia y también preparan la solicitud de medidas cautelarísimas. «Emplazarnos a que agotemos la vía administrativa, demorando en el tiempo la solución del problema expone a los bomberos a un nuevo accidente », advierten los perjudicados.
Investigación del Síndic
Esta misma mañana, el Síndica de Greuges, Rafael Ribó, ha abierto una investigación de oficio, tras tener conocimiento de un informe del fabricante de estos dispositivos, que en 2020 ya alertó de varios problemas que podían afectar a la seguridad de los bomberos.
Se trata de un fallo en los manómetros de las botellas y en los compresores que se utilizan para rellenarlas, lo que podría, señala el Síndic, poner en peligro la integridad física de estos profesionales.
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