El independentismo lleva su acoso a las puertas del colegio del niño de Canet

«El Turó ha salido en las noticias», cuenta en castellano un adolescente a otro, tras toparse con la manifestación independentist a convocada en Canet de Mar (Barcelona) este viernes por la tarde. Una protesta contra la decisión judicial que obliga a la Generalitat catalana a que el 25% de las clases se impartan en este idioma , aunque durante el trayecto de 20 minutos a pie que separa la estación de tren de este municipio del colegio el Turó del Drac, donde se había convocado la protesta, muchos vecinos se comunicaban en español.

Esto no ha impedido que decenas de personas hayan recorrido las calles de Canet en rechazo al fallo judicial, derivado de la petición de los padres de un alumno de este centro, el Turó. En la práctica significa solo una asignatura más en castellano, pero los partidos soberanistas lo interpretan como un ataque al modelo de inmersión lingüística . Entre estos, representantes de Junts, como los diputados Francesc de Dalmases y Glòria Freixas, y también Dolors Sabater, de la CUP, que han secundado la marcha.«El conflicto no es la inmersión, precisamente se genera intentando cambiarla», ha manifestado esta última, que ha instado al consejero de Educación, Josep Gonzàlez Cambray, a «defender» el catalán.

A la cabeza de la manifestación, representantes del Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes (SEPC), que han entonado cánticos habituales en cualquier protesta de signo independentista, a la que esta tarde han sumado un: «Hoy y mañana, escuela en catalán ». Tras ellos, unas 500 personas. Padres con algunos niños, y otros, los más numerosos, de edad avanzada, que portaban pancartas amarillas con lemas como: «Somos el 52% -en alusión a la falsa mayoría independentista en el Parlament-. ¿Desobediencia civil, cuándo?», o «No nos retiraremos, no nos rendiremos».

Entre los asistentes a la convocatoria, Ignasi, de San Pol de Mar (Barcelona), quien ha explicado a ABC que el señalamiento a la familia del menor de Canet , que reclamó ante la Justicia su derecho a una educación bilingüe, es «inevitable». «Tenemos a una sola persona que pide el castellano frente al resto, otra cosa sería que lo pidiese el 50%», ha justificado.

La marcha ha culminado ante la biblioteca del municipio donde Marta, una joven portavoz del SEPC , ha soltado una arenga a favor de la inmersión, con la que ha azuzado al Govern a defender «la soberanía» de Cataluña. « Si queremos salvar el catalán la única vía es la independencia », ha esgrimido. «Generalitat, Departamento de Educación, estamos aquí para exigiros desobedecer la sentencia y anunciar que el 17 de diciembre los institutos haremos huelga por el catalán».

La última en tomar la palabra ha sido la alcaldesa de Canet, Blanca Arbell (ERC), quien ha negado amenazas a la familia del menor. «Solo nos constan dos tuits -mensajes en la red social Twitter- y ellos no ha denunciado ningún acoso ante la policía», ha señalado. En cambio, ha explicado que ella sí ha sufrido hostigamiento. «Han llamado al Ayuntamiento para tildarnos de nazis y decirnos que nos matarán a todos. Eso quiere decir que lo estamos haciendo bien», ha presumido.

Arbell también ha defendido al consejero Cambray -de su mismo partido-, del que ha dicho «desobedeció la sentencia» que obliga a impartir el 25% de las clases en castellano en todos los centros escolares de Cataluña. Eso sí, ha indicado que la directora de la escuela de Canet sí obedecerá el mandato judicial que permitirá al menor contar con una clase más en español.