La exclusión social ya que afecta a uno de cada tres barceloneses
La pandemia aumentó la pobreza y la desigualdad en Barcelona donde los más desfavorecidos han perdido un 41% de la renta
El pobre es aún más pobre. Esta es la conclusión que se saca del Informe Foessa sobre la exclusión social en Barcelona. El documento, con datos recogidos por Cáritas, tiene el título de ‘La tormenta perfecta’, por al cúmulo de circunstancias que se han producido para llevar a muchas familias a la situación límite que sufren actualmente.
Las desigualdades se han incrementado con la pandemia y afectan a los sectores más vulnerables de la sociedad. El tipo de pobreza que se vive en la capital catalana va más allá de la que se puede ver por las calles, se trata de un problema que afecta a muchas familias, en lo que se denomina pobreza invisible. Los factores que han llevado a esta situación se arrastran desde hace años.
La exclusión social tiene distintos niveles según la incidencia y afecta aspectos como la ocupación, la alimentación, la salud, el consumo, la vivienda, la educación, los conflictos sociales o la participación política. En España hay once millones de personas en riesgo de exclusión social , de las que seis millones viven en una situación alarmante.
Los datos reflejan que la exclusión social en Cataluña es del 29%, una cifra mayor al 23% que tiene como media el resto del Estado. Este impacto se explica por la dependencia a la renta laboral, una afectación superior de la crisis en los sectores con más ocupación, el gran número de personas extranjeras en situación de irregularidad y precariedad y un aumento de la desigualdad en las ganancias.
Barcelona, aún peor
Los condicionantes tienen un mayor peso en Barcelona , debido al coste de vida superior de la capital catalana. Por ello, los datos indican que el nivel de exclusión social en la ciudad condal y su área metropolitana es del 32%, lo que se traduce en 885 mil personas que viven al límite, una cifra que supera en 300.000 el recuento de 2018.
Además, hasta 97 mil hogares de Barcelona tienen a todos los miembros de la familia en paro, 60.000 con la persona que sustenta la familia con desempleo de larga durada y 167.000 donde la persona que aporta los ingresos principales vive una inestabilidad laboral grave .
Otro dato preocupante para los barceloneses es que los sectores más pobres han sufrido una pérdida del 41% de sus rentas tras la pandemia. Una cifra que contrasta con el aumento del 20% de los estamentos más ricos que manifiesta una escalada de la desigualdad . Asimismo, las dificultades para los desfavorecidos son aún mayores debido a la inflación de los precios, que asfixia cada vez más a las familias, con el factor reciente de la guerra de Ucrania acentuando estas circunstancias.
Al mismo tiempo, el acceso a una vivienda digna también influye en la desigualdad con más de un millón de personas afectadas por la exclusión residencial, de las que 520.000 viven en un domicilio inadecuado, 300 mil sufren inseguridad por no saber si pronto acabarán en la calle y 725.000 tienen un gasto excesivo .
Ottos factores de exclusión
La brecha digital ha adquirido relevancia con la pandemia afectando a 340 mil hogares barceloneses. Las consecuencias se han percibido en el acceso a la formación 'online ', la búsqueda de trabajo y la relación con la administración pública. Esto ha supuesta la pérdida de oportunidades para 20.000 familias.
La exclusión social es mayor en función de la edad y tiene relevancia sobre todo cuando los sustentadores principales son menores de 45 años con un riesgo de exclusión del 49,9%. El sexo también influye, ya que las mujeres sufren un 42% de riesgo frente al 26,8% de los hombres.
Igualmente, el riesgo de exclusión social es el triple si una persona tiene la nacionalidad extranjera en comparación con los españoles. Otro factor que afecta es el tipo de familia, en casos de las familias monoparentales el riesgo es del 52,8% y en las familias numerosas del 53,4%.
Las restricciones digitales, de vivienda, de alimentación y un menor apoyo familiar repercuten a nivel educativo en los niños y adolescentes en situación más vulnerable. Algo que también se refleja en la desigualdad a la hora de acceder a los centros educativos.
Además de analizar la pobreza de Barcelona, el informe presenta algunas propuestas para evitar el riesgo de exclusión social. Algunas de ellas buscan impulsar el modelo del Estado de Bienestar para evitar nuevas situaciones de vulnerabilidad que afecten los más desfavorecidos, fomentar las ayudas en alquiler, la Renta de Garantía Ciudadana y el Ingreso Mínimo Vital, aumentar las viviendas de uso social, promover planes de ocupación para los colectivos más frágiles y modernizar los servicios sociales para abordar los problemas actuales.
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