Euforia en la restauración barcelonesa tras largos meses de cierre
Mesas a tope, «boom» de reservas y desesperación por comer fuera son algunos de los rasgos del panorama que se vive en Cataluña por estos días
Un clima de alegría y esperanza recorre por estos días las calles de Barcelona. Una sola palabra se impone con fuerza desde el pasado fin de semana. Solo se oye: « Libertad ». Es que no son únicamente los jóvenes quienes han salido de casa para festejar el fin de las restricciones nocturnas. Adultos de todas las edades celebran también el regreso a la vida social.
Uno de los principales beneficiarios del nuevo escenario es, sin lugar a dudas, el sector de la restauración , que ha notado un evidente viraje en su funcionamiento esta semana. « La ampliación del horario es el cambio más importante para nosotros », cuentan a ABC fuentes del Gremio de Restauración de Barcelona. Mesas a tope, « boom » de reservas y desesperación por comer fuera son algunos de los rasgos del panorama que se vive en Cataluña por estos días.
Por teléfono, a través de la web y hasta personalmente llegan en estos días los pedidos de los clientes para ocupar una mesa en el restaurante, tras meses de haber esperado con ansias la reapertura total y el final del toque de queda. Los empresarios del sector están felices, pero no dan abasto .
«Más reservas»
«Desde que se hizo el anuncio de que terminaría el toque de queda y de que la restauración ya podría abrir de noche, tenemos más reservas porque la gente tiene muchas ganas de ir a cenar », cuenta a ABC Carles Ramon, co-chef y co-propietario del restaurante Besta (ubicado en el número 106 de la calle de Aribau), que abrió sus puertas hace apenas tres meses.
En tanto, Jaime Derqui, director del restaurante Fismuler, asegura que «en estos días, recibimos casi el triple de reservas que teníamos la semana pasada a través de nuestra plataforma online».
Por su parte, desde el Gremio de Restauración de Barcelona llaman a la cautela ya que sostienen que «si bien hay cierto optimismo en el sector, la recuperación será lenta , dado que una parte importante de los clientes eran extranjeros y hay una fuerte caída en el turismo».
Uno de los cambios que notó Ramon esta semana consiste en que «ahora la gente reserva más a la noche y menos al mediodía». Por ese motivo, el local gastronómico tuvo que modificar su funcionamiento: «Antes teníamos cuatro servicios al mediodía y ahora tenemos tres al mediodía y tres nocturnos», explica. A su vez, el fin del toque de queda ha obligado a los dueños de Besta a sumar empleados. «Al abrir por las noches, necesitamos más personal, así que hemos tenido que contratar otro camarero », indica el empresario.
Volver al ruedo
Por otro lado, la vuelta al ruedo de los restaurantes no implica, por supuesto, un regreso absoluto de la normalidad. Es por ello que, si bien los locales gastronómicos reciben en estos días pedidos por parte de grupos numerosos, para festejos o reuniones nocturnas, deben prestar atención a algunos detalles antes de aceptar estas solicitudes. En este sentido, Derqui señala: «Estamos empezando a tener demandas de celebraciones y de grupos grandes de empresa». Como la limitación es de seis comensales por mesa, desde el restaurante se les advierte previamente que si el grupo es más numeroso deben dividirse. «Les enviamos los menús de grupo que tenemos y les damos la opción de ubicarlos en la misma zona, pero en la reserva les aclaramos que hay que respetar la distancia dentro del establecimiento».
Reservas
Por otra parte, en pos de la adaptación -y por el «boom» de la demanda-, algunos restaurantes implementan horarios limitados para usar las mesas .
En el caso de Fismuler Barcelona, los fines de semana las noches se dividen en dos turnos de una hora y media para cenar. Por la cantidad de pedidos, y debido al aforo del 30%, conviene reservar como mínimo una semana antes . «Recién tenemos lugar para mediados de la semana que viene», dice Derqui.
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