Los editores reclaman inversión y estabilidad política: «Somos una potencia editorial; nos gustaría ser también una potencia lectora»
El sector cerrará el curso con una subida del 2%, el mismo porcentaje que los últimos seis años
Optimismo a pesar de todo. O, mejor dicho, a pesar de la piratería, de la falta de inversión pública, de la inestabilidad política, del práctico incumpliento de todos los acuerdos para el fomento de la lectura… Optimismo, pues, con sordina y matices para celebrar desde las instalaciones del Gremio de Editores de Cataluña que el sector del libro despedirá el año con un crecimiento en las ventas del 2%. Un porcentaje que se viene repitiendo de forma sistemática durante los últimos seis años y que permitirá despedir 2019 con una facturación de 2.300 millones de euros en toda España y de cerca de 500 millones sólo en Cataluña. «El sector tiene buena salud, está fuerte y crece», ha destacado a modo de resumen el presidente del Gremio de Editores de Cataluña, Patrici Tixis, poco antes de que Carme Riera, la editorial Comanegra y el traductor José María Micó resultasen galardonados en la Nit de l’Edició.
El sector, en efecto, está fuerte y ha aguantado mejor que hace dos años el bajón de consumo vinculado la sentencia del 1-0 -«el descenso no ha sido tan intenso, pero se ha notado», avanzó Tixis a la espera de contar con datos concretos-, pero sigue acusando, y de qué manera, los efectos de la piratería. Es más: según lamentan editores y libreros, el del libro es el único sector cultural en el que piratería digital sigue creciendo y genera un agujero de 210 millones de euros que se deja de ingresar. Las cifras, en este caso, cantan de manera alarmante, ya que mientras que la última encuesta de consumo cultural cifra en un 25% el porcentaje de usuarios que reconoce consumir libros digitales, a la hora de pasar por caja el e-book sigue representando poco más del 5% de las ventas.
Es por cosas como estas por las que el gremio reclama estabilidad política para poder combatir de manera eficiente las descargas ilegales y urge a las administraciones a romper con tres años de parálisis en la acción de gobierno que, apunta Tixis, han dejado en nada prácticamente todas las iniciativas de fomento de la lectura prometidas por Gobierno, Generalitat y Ayuntamiento de Barcelona. «En tres años no hemos avanzado ni un milímetro», ha destacado el presidente de Gremio de Editores de Cataluña. «Somos una potencia editorial; nos gustaría ser también una potencia lectora», ha añadido. De dicho al hecho, Tixis ha aprovechado para reclamar un pacto de Estado para fomentar el hábito lector y apoyar el trabajo de las librerías y recordó que el fracaso escolar está estrechamente ligado a la falta de planes de fomento de la lectura.
Mientras los datos y las demandas se repiten año tras año, las tendencias se renuevan y alumbran fenómenos como el auge del ensayo político y los libros dedicados al «procés» en Cataluña. También el bestseller, destaca Tixis, ha modificado su comportamiento y ahora aguantan hasta dos año en el mercado. «Tiene una vida más larga», señaló. A la hora de la verdad, añadió, las fuerzas ya se han equilibrado y ficción, no ficción y libro infantil y juvenil representan cada uno un tercio del mercado.
