El sector editorial reclama un pacto de Estado para que la lectura pueda competir con el ocio audiovisual

La venta de libros en Cataluña crece por quinto año consecutivo y se sitúa en el 2% durante 2018

El presidente del Gremio de Editores de Cataluña, Patrici Tixis ABC

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Los editores catalanes empiezan a asumir que, pese a los discretos síntomas de recuperación que se vienen encadenando desde hace cinco años, las cifras de 2008 difícilmente volverán a repetirse. Es por eso que, descartada esa cumbre de 3.185 millones que el sector del libro español facturó hace una década (la remontada anda ahora por los 2.319 millones de euros de 2017- y a pesar de cerrar el quinto año consecutivo con un tímido crecimiento del 2%, el debate se centra ahora no tanto en la caja como en el tiempo.

O, dicho de otro modo, en la necesidad de que la lectura pueda competir con la abrumadora oferta de ocio que hoy reclama la atención de los potenciales lectores. «Actualmente a la lectura se le dedican entre 23 y 24 minutos diarios, mientras que las pantallas se llevan unas tres horas al día», destaca el presidente del Gremio de Editores de Cataluña, Patrici Tixis.

De ahí, que una vez más, los editores insistan en la necesidad de reclamar un pacto de Esatdo para el fomento de la lectura que vaya más allá de las promesas y la palabrería bienintencionada. «Hasta ahora, los planes de fomento de la lectura ni se han aplicado ni se han cumplido», lamenta Tixis, para quien la solución pasa por entender que la lectura «es una herramienta de desarrollo para la sociedad del futuro». Máxime cuando se da la paradoja de que cerca de la mitad de productos audiovisuales que le birlan el tiempo a la lectura están basados en libros.

Así, pese a lo optimista del balance final -«el libro sigue teniendo buena salud», sentencia Tixis-, los nubarrones que se ciernen sobre el sector siguen siendo prácticamente los mismos que en los últimos años: la competencia por el tiempo y, sobre todo, la piratería. De hecho, según el gremio, el del libro fue el único sector cultural en el que las descargas ilegales crecieron durante 2017, llegando a los 419 millones de «clicks» ilícitos el año pasado.

De lo que sí que se ha recuperado el sector ha sido de las turbulencias políticas del año pasado, cuando las ventas cayeron en Cataluña un 10% durante los meses de octubre y noviembre. «Este ha sido un año diferente», relativiza Tixis sobre una temporada en la que se mantiene el crecimiento global del 2% y se empiezan a intuir nuevas tendencias como el auge de la literatura infantil y juvenil o el trasvase a las librerías de fenómenos nacidos en las redes sociales o en plataformas como Youtube.

Como cada año, el gremio de editores ha facilitado las cifras del año poco antes de la Nit de l'Edició, velada literaria marcada en esta ocasión por la concesión del Premio Atlàntida a Lluís Pasqual. Un galardón que Tixis ha querido desvincular de la polémica salida de Pasqual del Teatre Lliure para centrarlo en la labor del dramaturgo catalán por el fomento de la lectura. «No queremos destacar la polémica, sino su figura y trabajo por el libro. Es uno de los números uno indiscutibles», ha destacado Tixis.

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