CORONAVIRUS

La segunda batalla del Clínic: de la «trinchera Covid» a recuperar la normalidad

El centro que asistió al primer paciente Covid de Cataluña explica a ABC su plan para recuperar el pulso asistencial

Trabajadores del Clinc, durante la fase aguda de la epidemia EFE

Esther Armora

Con la mirada aún puesta en la fatídica semana del 23 al 27 de marzo , la que dejó en la sanidad catalana la peor cicatriz de la pandemia (con una punta de ingresos y muertes), los hospitales catalanes se preparan para la vuelta a la normalidad. Después de casi dos meses con sus instalaciones tensionadas por la emergencia y ahora que las cifras de la infección se han reducido en Cataluña, el Hospital Clínic de Barcelona, el que acogió al primer caso de Covid-19 y por el que han pasado más de 2.300 pacientes infectados desde que empezó la pandemia, encara su proceso de desescalada con un doble objetivo: recuperar en dos meses toda la actividad asistencial y quirúrgica paralizada por la crisis y mantener un doble circuito asistencial (Covid y no Covid) que garantice la seguridad de los pacientes que ingreses y de los profesionales que les traten.

El director médico del Clínic, Antoni Castells , explica a ABC el detalle del plan de desascalada del centro, que arrancó hace dos semanas y con el que el hospital pretende recuperar su pulso asistencial y dejar en un segundo plano su etiqueta de hospital-Covid.

Para hacer frente a las necesidades derivadas de la emergencia, el centro dio a finales de febrero un giro a su estructura: duplicó las camas de UCI gracias a la transformación de diferentes espacios; se abrieron nuevas salas de hospitalización, dedicadas en exclusiva a estos pacientes; y se abrió el Hotel Salud en el Hotel Catalonia Plaza, un espacio medicalizado que se convirtió en un brazo asistencial del centro. Con todo, la actividad urgente se mantuvo y se continuaron realizando procedimientos que no se podían aplazar, incluido un trasplante de riñón, que se llevó a cabo con éxito el pasado 28 de abril.

Recuperar quirófanos

Una de las prioridades del plan de choque del Clínic será, según explica Castells, «recuperar la actividad quirúrgica aplazada», que es «básicamente cirugía oncológica» . Para ello, el centro está habilitando quirófanos que durante la fase aguda de la epidemia se dedicaron a otra actividad. Antes del envite de la Covid-19, el Clínic disponía de unos 25 quirófanos. Durante la epidemia se redujeron a cinco, dos de los cuales eran de urgencias y otros tres de cirugía programada.

«Un 80 por ciento de la actividad quedó aplazada. Esperamos recuperarla lo antes posible, pero no se trata solo de abrir quirófanos. Necesitamos también camas para los pacientes intervenidos. Ese es el cuello de botella», asegura Antoni Castells. En solo dos semanas, el Clínic ha pasado de los cinco quirófanos que tenía durante la fase aguda de la pandemia a tener ya 13 operativos.

Otro punto fuerte del replanteamiento asistencial es recuperar las consultas externas y las exploraciones aplazadas. «La intención es concluir mayo con un 25 por ciento realizadas y junio con un 50 por ciento», dice el responsable del Clínic. Para volver a la normalidad asistencial, será necesario también, según añade, invertir la situación en las unidades de hospitalización.

En el momento álgido de la epidemia, el Hospital Clínic disponía de 40 unidades de hospitalización , 30 para pacientes con Covid-19 y 10 para no Covid. Ahora hay 25 unidades no Covid y 15 Covid.

Dos UCIs sin desmantelar

En cuanto a UCIs, el Clínic contempla mantener dos de las seis de las que dispone sin desmantelar «ante un posible rebrote de la enfermedad». En las próximas semanas el centro seguirá manteniendo como hasta ahora dos circuitos: « áreas limpias de Covid y áreas para asistir a pacientes infectados». Prevé también realizar pruebas (PCR) a todos los pacientes que ingresen y al personal sanitario que les trata para minimizar el riesgo de infección. Se plantea también extender estas pruebas a los pacientes que se someten a determinadas exploraciones con un mayor riesgo de infección como las endoscopias.

Con el inicio de la epidemia, las consultas médicas presenciales cayeron drásticamente. Cerca de un 90 por ciento se hicieron por vía telemática . El hospital se plantea mantener esta tendencia en los próximos meses para determinadas consultas que no requieran de una exporación o una prueba diagnóstica pcon el fin de descongestionar las consultas externas y hacerlas más seguras. «Es una forma de no exponer a la gente a que venga al hospital y también de evitar aglomeraciones de pacientes», apunta Castells, quien confía en que el engranaje de este gran hospital empiece a rodar en un par de meses.

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