Covid-19
La reinvención de los hospitales tras el coronavirus
Los centros se adaptan con telemedicina, circuitos separados y consultas sin masificar
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El futuro que se vaticina para la atención médica no es una cuestión de luces largas o plazo extenso. Es hoy, mañana, la próxima semana tal vez. Se está produciendo una transformación inmediata en los hospitales de España. Convertidos por el coronavirus durante semanas y meses en estancias de vida o muerte, masificación de pacientes y UCI atascadas, los hospitales se reinventan ahora hacia una nueva vida obligados por las circunstancias . «La medicina es una ciencia muy dinámica. No tiene nada que ver con diez años atrás. Con más motivo, ahora», resume Santiago Ruiz de Aguiar , director del Hospital HM Puerta del Sur.
El Hospital Gregorio Marañón es, junto a la La Paz , uno de los centros con mayor volumen ocupacional y tránsito de pacientes en toda España. Un gigantesco edificio en el centro de Madrid que ya ha vivido otras situaciones dramáticas y que precisaron respuesta rápida, como los atentados del 11-M en 2004. Además de disponer de todo tipo de especialistas y profesionales médicos, cuenta con 1.200 camas. Ha sido uno de los hospitales de referencia durante la crisis sanitaria del coronavirus por la ingente cantidad de enfermos que ha tramitado.
Joseba Barroeta , director gerente del Gregorio Marañón, explica lo que han vivido él y su equipo como si fuera un parte de guerra. «Los primeros casos sucedieron entre el 1 y el 2 de marzo. Cuando la llegada de pacientes a urgencias fue masiva con afecciones respiratorias lo identificamos como una pandemia. Pasamos de 2 o 3 casos a 400 pacientes en urgencias al día». El relato de Barroeta abunda en la reinvención del hospital por el virus. «Las 1.200 camas habituales llegaron a 1.500 camas, al convertir espacios no hospitalarios en hospitalarios, como los gimnasios, la biblioteca que fue una UCI o las habitaciones dobles en uso triple. La UCI tiene 22 camas y el 29 marzo había 135. Aprovechamos todo espacio capaz de habilitar con tecnología y ventilación mecánica».
Las transformaciones vividas convertirán al Gregorio Marañón en otro tipo de hospital. La nueva normalidad. «Ahora vivimos la reorientación hacia el hospital médico-quirúrgico. Y va a cambiar. Las consultas asumirán una transformación importante, con nuevos modelos no presenciales, teleconferencia, videollamadas para dar respuesta y tratamiento al paciente. Salas de espera con un máximo de 15 personas. Tendrá que haber menos concentración de pacientes, intensificar la teleoftalmología, la teledermatología , por ejemplo. Y las medidas de prevención en el personal sanitario, mascarillas específicas, batas especiales...». «Se nota ahora mucho el cambio en las urgencias. Hay menos, pero son más complejas», puntualiza el director del Gregorio Marañón .
En la esfera privada sucede algo parecido. La Clínica Cemtro de Madrid se adaptó a la pandemia de coronavirus y ahora inicia el deshielo. «Hemos hecho un trabajo importante puesto que acomodamos un hospital traumatológico y del deporte en un hospital que ha atendido pacientes con una infección», explica el doctor Pedro Guillén , fundador del centro.
La Clínica Cemtro ha lanzado la teleconsulta, pacientes que se comunican con su médico por teléfono o videollamada. Ha instaurado circuitos de zonas limpias para asegurar la baja exposición al covid. Y ofrece sesiones gratuitas de fisioterapia para las personas que han sufrido la enfermedad. «Estamos obligados a reinventarnos -cuenta Ángel Galindo , director médico de Cemtro-. Ya habíamos explorado la telemedicina y ahora nos vemos obligados a implantarla. Este sistema ha venido para quedarse».
En el Hospital HM Puerta del Sur de Móstoles (Madrid) hubo, en el peor de los días, 180 pacientes de coronavirus en un espacio con 210 camas. «Nadie sabía en España cómo había que asistir a los pacientes de covid . Y esto nos ha enseñado a convertir los hospitales en mucho más eficientes que antes», explica el doctor Santiago Ruiz de Aguiar.
«La transformación del hospital tiene que valer para el futuro -indica el director-. Hemos sacado tomas de aire para respiradores de donde no había. Hemos comprado mucha tecnología sanitaria. Y ya ha cambiado la relación hospital-paciente. Hemos creado circuitos diferenciados entre pacientes y no pacientes de Covid. En las plantas de hospitalización hay zonas separadas. Los protocolos de limpieza son muy estrictos, como si fuera antes de entregar una casa . Ya está implantada la telemedicina. Y la mayor dificultad ahora será evitar las aglomeraciones. Hemos reducido el 40% del número de asientos, también las consultas, hay que ampliar horarios, pedir puntualidad a los pacientes, mascarillas. El distanciamiento social ha venido para quedarse».
Doble circuito asistencial
En Cataluña, una de las comunidades más castigadas por el virus, ya se están adaptando a esta nueva realidad asistencial. El Hospital Clínic de Barcelona arrancó el suyo hace ya un par de semanas, cuando las cifras de la infección empezaron a caer en Cataluña. Durante estos próximos meses de transición, el Clínic prevé mantener un doble circuito asistencial ( áreas para pacientes con Covid-19 y áreas sin Covid-19 ); recuperar la actividad quirúrgica, las consultas externas (una cifra importante de ellas virtuales) y las exploraciones aplazadas por la pandemia, y realizar pruebas (PCR) a todos los pacientes que ingresen y al personal sanitario que les trata. Se plantea también extenderlas a los pacientes que se someten a determinadas exploraciones que pueden conllevar un mayor riesgo de infección como las endoscopias, según explicó en declaraciones a ABC el director médico del Hospital Clínic, Antoni Castells , informa Esther Armora.
En la Comunidad Valenciana, la presión hospitalaria sigue en descenso y se cumplen los parámetros exigidos por el Gobierno para la desescalada en este indicador. Sin embargo, el regreso a la normalidad en muchos centros habrá de ser muy progresiva y fuentes sanitarias remarcan que es difícil vaticinar fechas. Las consultas de especialidades, explican las mismas fuentes, se están realizando mayoritariamente de forma telefónica, exceptuando las que necesitan un control presencial o tratamiento específico (ciertos pacientes de neurología, cardiología, neumología, oftalmología, etc. y, sobre todo, los oncológicos que precisan quimioterapia u otras terapias o pruebas diagnósticas). Respecto a la actividad quirúrgica se ciñe a la asistencia urgente o muy preferente, informa Rosa Belenguer.
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