El comercio de Barcelona, en riesgo por las limitaciones en la movilidad y las políticas de urbanismo
El gasto comercial de los residentes del área metropolitana ya supera al del turismo
El sector comercial es el eje central de la economía de Barcelona, pero está en riesgo por las dificultades en la movilidad y un transporte público ineficiente. Esta es una de las conclusiones que da el informe de Barcelona Oberta y la Unión de Ejes Comerciales Turísticos presentado este martes con el título 'Importancia de la economía del visitante de la RMB para re-economizar el centro de Barcelona'. Un estudio que se realizó con los datos de casi tres mil personas encuestadas en noviembre de 2021.
Antoni Fitó, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, ha destacado durante acto de presentación del informe la importancia del comercio como uno de los motores principales de la economía catalana. «En 2021 la actividad comercial aportó 50.000 millones de euros al PIB de Cataluña», ha detallado.
«Entre todos tenemos que definir las estrategias para encarar y superar los retos de presente y de futuro del sector como son la digitalización y la transformación de la movilidad», ha añadido Fitó.
Barcelona es la protagonista a nivel comercial tanto para los habitantes de la ciudad como para los residentes del área metropolitana. Según los datos del estudio, el 55,8% de los ciudadanos que viven en las zonas aledañas a la capital catalana la visitan para realizar sus compras como mínimo cada dos o tres meses. Un aspecto que refleja la importancia de la ciudad a nivel comercial, con los fines de semana como el momento preferido para la adquisición de productos.
Aunque la ciudad condal destaca por ser un foco de atención a nivel turístico son los vecinos de la urbe y del área metropolitana los que tienen un mayor peso en su facturación, aunando el 82% de la actividad comercial, lo que se traduce en 11.400 millones de euros . Una suma a la que hay que añadir la aportación del turismo, que es del 18% y agrega 2.400 millones a esta facturación y que, además, también es responsable de la ocupación directa de 26.000 personas.
La actividad comercial no solo significa ir a una tienda a comprar un producto , también aporta beneficios en la restauración con un 79% de los clientes que aprovecha para acudir a bares y restaurantes. Con una media de tiempo de 2.9 horas cuando se visita la ciudad para hacer las compras.
Los vehículos privados son el medio preferido de los compradores para acceder a Barcelona, donde el 50,8% de los no residentes accede en coche para desplazarse a la ciudad a comprar. Sin embargo, que se utilice este medio es un factor negativo que refleja una problemática existente en el transporte público , ya que 3 de cada 4 compradores de fuera de Barcelona prefieren evitarlo debido a los problemas existentes como la falta de oferta y el tiempo excesivo para los desplazamientos.
Algunos de los motivos que provocan que la gente no vaya a la capital catalana están relacionadas con las políticas de urbanismo y su afectación en la movilidad, con medidas como la Zona de Bajas Emisiones impulsada por el Ayuntamiento de Barcelona . No obstante, el 58% de los encuestados advierte de que dejaría de comprar en Barcelona si no pudiera acceder en automóvil. Igualmente, el 66,5% de los manifiesta que en los últimos años ya ha reducido el nivel de transacciones en la ciudad.
Por lo tanto, el informe reclama un cambio en esta tendencia, ya que se pone en riesgo una pérdida de la facturación comercial procedente de los ciudadanos del área metropolitana que puede llegar hasta los 3.500 millones de euros. Las dificultades en los desplazamientos unidas a la proliferación de las ventas online pueden poner en peligro 25.000 empleos.
La finalidad del sector comercial de Barcelona pasa por mantener el poder de atracción para los ciudadanos de los alrededores de la ciudad. De ahí que se hayan sugerido un conjunto de propuestas enfocadas para una mejora de los desplazamientos metropolitanos , con una modernización del transporte público, la apuesta por la movilidad inteligente o la potenciación de las flotas eléctricas y los puntos de recargas rápidas.
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