Pleno de Presupuestos - Castilla y León
Luz verde a los presupuestos con el enfado y pataleta de la izquierda
León es la provincia más beneficiada, con mirada especial a las cuencas mineras

Las Cortes sacaron adelante este martes los Presupuestos de Castilla y León para 2016 gracias a la abstención de los de Albert Rivera en la Comunidad, a la que también se sumó la del único procurador de UPL. El Hemiciclo fue testigo de una auténtica batalla dialéctica, con munición de reproches desde las fuerzas de izquierdas contra el pacto de la derecha para que las Cuentas entren en vigor el 1 de enero. El mismo día que también lo hará la Ley de Medidas, que igualmente recibió ayer el visto bueno, y supondrá, entre otros aspectos, la eliminación del céntimo sanitario y una nueva rebaja en el tramo autonómico del IRPF.
Y es que si la doble sesión del debate de Presupuestos comenzó con un rebote y enfado mayúsculo en las filas socialistas, las de Podemos y las de IU, los ánimos no se aplacaron con la reanudación. Más allá del debate de las enmiendas que llegaron vivas al pleno, el hilo conductor fue el reproche constante al pacto firmado por el presidente de la Junta y del PP de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y el líder regional de Ciudadanos, Luis Fuentes, tan sólo unas horas antes de que comenzase la sesión y unas después del paso de los españoles por las urnas.
«Paripé», «teatrillo», «sainete» o «pacto clandestino» fueron sólo algunos de los calificativos utilizados desde las formaciones de izquierdas para cargar contra un acuerdo al que desde el PP les invitaron sin éxito a sumarse.
«Gracias a Ciudadanos por demostrar cómo este bolígrafo tiene una carcasa naranja y pinta azul», señaló Lorena González (Podemos)
«Pactar con un grupo no significa ser como él», defendió desde Ciudadanos José Ignacio Delgado después de escuchar cómo el socialista Óscar Álvarez aseguraba que la «mezcla» de naranja y azul es «sustractiva», de modo que «cuando más color se echa, menos color da» y termina «más negro». O cómo Lorena González (Podemos) censuró que «gracias a Ciudadanos por demostrar cómo este bolígrafo tiene una carcasa naranja y pinta azul». «¿Que problema tienen con los pactos?», inquirieron de forma recriminatoria desde el PP, afeando que vean bien el acuerdo en otros sitios de sus formaciones y en Castilla y León, no.
La «farsa» y las dietas
Críticas también a la «forma, el momento» y las «prácticas» de este entendimiento, del que censuraron que «no nos han presentado públicamente». El procurador de IU, José Sarrión, bromeó incluso con que tenía que haber «colado» alguna de sus propuestas en las de su compañero del Grupo Mixto, Luis Mariano Santos (UPL), para ver si así las aprobaban. Especialmente beligerantes desde Podemos , que con su pataleta incluso no votaron en las enmiendas de Ciudadanos y algunos llegaron a negarse a utilizar su turno de palabra en una «farsa del PP» que cuesta 70.000 euros en dietas. Una postura «inaguantable», respondió María Victoria Moreno (PP), quien aseguró que los que «faltan al respeto» de los ciudadanos son los procuradores de Podemos, a los que invitó a devolver lo cobrado por asistencia a la sesión. Algo -lo único, casi- en lo que coincidieron con los socialistas. Así, José Francisco Martín tachó de «falta de respeto» esa actitud de la formación morada y también les instó a devolver lo cobrado por la sesión.
Enmiendas que prosperaron
Entre esas enmiendas que prosperaron precisamente se encuentran dos defendidas por el leonesista dentro de las cuentas de la Consejería de Economía y Empleo, para reactivar las comarcas mineras para que esta partida se eleve hasta los 2,1 millones.
En total, los Presupuestos han salido adelante con la inclusión de 45 enmiendas , 25 de Ciudadanos, por valor de 3,1 millones de euros, y 19 de UPL (5,3 millones), de las 2.041 que llegaron vivas, con León como la principal beneficiada, que a través de 21 enmiendas tendrá 21 millones más para distintos proyectos, informa Efe. Una pequeña proporción, pero que supone un cambio respecto a la tónica de los últimos tiempos. Por primera vez en años, las Cuenta que llegaron a su debate en el hemiciclo prosperaron con varios retoques. La cesión del PP y de la Junta a granjearse la abstención de al menos un procurador de la oposición (finalmente logró seis: cinco de C’s y una leonesista) y sacar así adelante sus números después de quedarse sin la mayoría absoluta. No prosperó ninguna del resto de grupos (también de sus «socios» se quedaron bastantes por el camino), salvo una transaccionada al PSOE, sin montante económico, por lo poder detraerse las partidas propuestas, estar «mal» planteadas o no ajustarse a los principios del PP, defendieron desde el partido mayoritario.
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