Las terrazas podrán reabrir desde hoy en medio del malestar de la hostelería
La capital burgalesa se queda al margen de la medida por la elevada incidencia del Covid
Segovia baja a la fase 3 de alerta y amplía los aforos de sus establecimientos
Los establecimientos hosteleros de la todas las provincias de la Comunidad podrán habilitar desde este viernes sus terrazas, con la excepción de la ciudad de Burgos, según el acuerdo adoptado el jueves por el Consejo de Gobierno. La medida se suma a la apertura de bares y restaurantes, desde las cero horas de este viernes, en León y Salamanca (sin barra y al 30 por ciento del aforo) , que se suman así a Ávila y Segovia, donde desde la pasada semana se disfruta de esta situación. Esta última, sin embargo, dio ayer un salto más al pasar al nivel 3 de alarma, de forma que se amplían los aforos, en el caso de la hostelería al 50 por ciento. En las cuatro provincias en las que se alivian las restricciones —también abren los centros comerciales y deportivos—tendrán, además, desde mañana cierre perimetral, aunque podrá haber desplazamiento entre ellas dado que sus limitaciones son las mismas.
Un mapa nada sencillo para una comunidad tan extensa como Castilla yLeón, en el que Burgos, Palencia, Soria, Valladolid y Zamora no verán relajadas las restricciones durante este puente (salvo las terrazas), aunque sí podrán salir de sus límites, sin abandonar el territorio de la Comunidad, que permanecerá cerrado durante todas la Navidad hasta el 10 de enero.
Sin embargo, los acuerdos adoptados por la Junta, que en lo sustancial no han hecho sino confirmar lo previsto, han encendido los ánimos de un sector, el de la hostelería, que durante toda la pandemia está siendo el más castigado por las restricciones.
«Caramelo envenenado»
De ahí que en León y Salamanca, que desde hoy podrán abrir sus establecimientos, el sector saliese ayer a la calle, bastante indignado, para rechazar una apertura que consideran insuficiente. Así, hosteleros leoneses y empresas asociadas al sector, como distribuidores, comerciantes o agencias de viajes, se manifestaron para denunciar el «caramelo envenenado» de «abrir con las restricciones y con el cierre perimetral de la provincia que en muchos casos supone hacerlo con pérdidas», lo que hace que «sea inviable para muchas empresas», señaló el presidente de los hosteleros. Con los ánimos bastante encendidos, la movilización acabó con enfrentamientos con la Policía Nacional cuando los manifestantes intentaron acceder al interior del edificio.
En Salamanca, el sector también se concentró para reclamar «la apertura perimetral, el cierre a medianoche, aforos del 50 por ciento y ayudas directas». Bajo el lema de «Se traspasa. Nos mudamos a Madrid» , los hosteleros salmantinos —y también los leoneses— ven con agrado el llamado «modelo Madrid», que encaja con sus exigencias, y consideran que funciona desde el punto de vista epidemiológico.
Una reclamación a la que respondió con un «no» el vicepresidente de la Junta y portavoz, Francisco Igea, quien rechazó salirse de los indicadores sobre aforos y limitaciones en función del famoso «semáforos de alertas» pactados en el Consejo Interterritorial de Salud. «Nos vamos a sujetar a ese calendario, reiteró. Reconoció, no obstante, que en esta ocasión la decisión de abrir las terrazas fue exclusivamente de la Junta y no hubo consenso con el sector . En cualquier caso, aclaró que quien decida no abrir podrá mantener los ERTEs en las mismas condiciones, para lo que la Junta ya se ha puesto en contacto con el Ministerio, pero justificó la medida en la necesidad de «intentar aliviar daño al sector».
Evitar pérdidas mayores es, precisamente, lo que exigen en la localidad burgalesa de Aranda de Duero que ayer llenaron la Plaza Mayor de mesas y sillas de terrazas para protestar por la decisión de la Junta de permitirles abrir exclusivamente este servicio. Convocados por la Asociación de Hosteleros de Aranda y la Ribera, los manifestantes calificaron esta decisión de «esperpéntica» y «ridícula» argumentando que las terrazas son un servicio poco operativo en Castilla y León en invierno por las bajas temperaturas que suele sufrir esta región. Recordaron, además, que no todos los negocios pueden ofrecer este servicio. Pero, sobre todo, se quejaron de que en este municipio no se alivien las restricciones y se permita la apertura, a pesar de que sus datos de incidencia son mucho más bajos que los de la capital burgalesa y después de que se hayan visto abocados durante la pandemia a varios cierres perimetrales que han hecho un daño irreparable al sector.
Y quienes decidieron desconvocar la medida de «desobediencia» de abrir sus locales son los hosteleros de Palencia que anularonla movilización ante las elevadas multas a las que se podían enfrentar.
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