Solo 55 trabajadores de la eólica LM se acogen al traslado voluntario

A Castellón irán 16 y 39 a Francia, con lo que se reducen a 296 los despidos

Trabajadores de LM en una reciente imagen de archivo ICAL

Diego L. González

Treinta y nueve a Cherburgo, en la Normandía francesa, y dieciséis a Castellón. Definitivamente, son cincuenta y cinco los trabajadores de la fábrica de palas eólicas de LM Wind Power en Ponferrada (León) qu e se han acogido al plan de traslados voluntarios , para evitar el despido. Con ellos, se reduce hasta 296, la cifra de empleados de la factoría que se quedarán en la calle a fin de mes. Ese traslado obligará a drásticos cambios de vida al tiempo que supone un drama, que ahonda en la despoblación de la comarca del Bierzo.

Y uno de los protagonistas del éxodo es Raymond Vidal Becerra . Tiene 25 años. Se crió en la localidad de San Pedro de Trones, en el municipio de Puente de Domingo Flórez, aunque vive en Ponferrada desde hace cuatro. Primero trabajó en las canteras de pizarra y, en los dos últimos años ha sido operario de reparaciones en LM. Es uno de los ‘artesanos’ encargados de eliminar, a mano, defectos en las palas eólicas, con tareas de sobre laminado, canteado, saneado y redondeo. Frente a otros casos, Raymond se considera «un privilegiado, porque no tengo ni hipoteca, ni préstamos que pagar. Tampoco tengo hijos, con lo cual tengo facilidades. Para mí, cualquier opción no supone mayor problema. Yo prefiero trabajar y seguir formándome. Por eso opté por Castellón. Podría haber ido a Cherburgo, pero ya estuve allí y el clima de Normandía no me gustó». Pero, con esa perspectiva, asume que el problema son algunos compañeros «que tienen hijos, hipotecas, letras del coche… Es un problema grave porque tienes que irte con tu familia y con tus hijos, aprender francés y dejar su vida aquí; o a Castellón, que está a 850 kilómetros, aunque sea en España. O eso, o te vas al paro».

Frente a algunas opiniones políticas que han criticado el acuerdo laboral en LM, este trabajador de la compañía eólica elogia el esfuerzo de los sindicatos «que consiguieron buenas indemnizaciones, dentro de lo que cabe», pero reconoce la pérdida global para el Bierzo. Otra vez, un berciano tendrá que emigrar en busca de trabajo, siguiendo las sendas que otros abrieron en el pasado. Raymond reconoce que el futuro del Bierzo «va a decrecer totalmente. Cerraron la minería (de carbón), la térmica de Compostilla y ahora el caso de LM. Es un cúmulo de casos y la verdad es que se va a perder muchísimo en los años venideros».

Y sin necesidad de seguir preguntando, este trabajador reclama una mayor «apuesta de la Junta de Castilla y León y del Gobierno por la industria del Bierzo. De verdad, la mano de obra aquí es increíble. Los compañeros míos que se fueron son muy trabajadores. Y este es un buen sitio para invertir». A punto de preparar las maletas, Raymond Vidal añade que, en contraste con otros, tampoco se irá del Bierzo con dolor: «me gusta la costa». Pero lo cierto es que el recorte de empleo en la fábrica de palas eólicas asesta un nuevo golpe a la economía, el empleo y la población de esta comarca.

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