26-M / Debate
Sin soluciones claras ante la despoblación y con dos bloques opuestos sobre fiscalidad
PP y Cs coincidieron únicamente en la bajada de impuestos que rechazó la izquierda
Más allá de los reproches al PP que centraron buena parte del debate, también hubo tiempo para que los candidatos expusieron sus principales propuestas en los tres bloques en los que se dividía la cita. En el caso de la despoblación, hubo acuerdo en que se trata del mayor problema de la Comunidad pero ninguno ofreció soluciones mágicas para combatirla. Desde el PP, Alfonso Fernández Mañueco planteó el «objetivo claro « de «crecer» en habitantes para «dar oportunidades a los pueblos» porque somos «el partido del mundo rural» y comprometió «una fiscalidad especial», además de bonificaciones para los nacimientos y las fa familias numerosas, a lo que añadió el anuncio de una Consejería para el Mundo Rural. Recordó su apuesta por llevar «internet a todos los rincones de la Comunidad», así como «la extensión» de la tarifa plana «para los autónomos hasta los 30 meses. El popular señaló que antes de la crisis «provocada por el PSOE» Castilla y León tenía «más población que ahora» y concluyó señalando su «ambición» por «el municipalismos» y pidió «una revolución tecnológica en el territorio» y «ni un euro menos para la PAC».
Luis Tudanca lamentó las cifras «demoledoras» con 150.000 castellano y leoneses «menos» que hace ocho años y consideró que con el PSOE «hay otro camino». Entre sus medidas, enumeró un plan de retorno «para la gente que se fue» y la creación una Vicepresidencia sobre el Reto Demográfico, al tiempo que llamó a «acabar con la resignación» y se comprometió a «no consentir que los que vivan en los pueblos lo hagan peor». Para ello, garantizó «el blindaje» de las urgencias médicas rurales y unos «precios justos» para quienes «producen en el campo».
Tras mostrar un mapa en el que aparecían «los puntos oscuros de los 2.000 pueblos en riesgo de desaparición» en Castilla y León, Francisco Igea acusó al PP de «haber matado a los municipios» más deshabitados.
El candidato de Ciudadanos abogó por un «acuerdo nacional» sobre este asunto en el que «las rebajas fiscales son esenciales» para concluir que «la gente no se queda en el campo porque no tiene manera de ganarse la vida». En este bloque, Pablo Fernández admitió que luchar contra la despoblación, «que no es un fenómeno meteorológico», es una tarea «ardua y no se hace en una legislatura» para denunciar que el PP «ha provocado que seamos el epicentro de la España vaciada». Tras defender su apuesta por «un modelo comarcal», el aspirante de Podemos pidió «aprovechar» los recursos «endógenos» de la región, como el sector forestal, el patrimonio natural, «que genera muy poco empleo» y el castellano y prometió que si gobierna «los agricultores nunca venderán por debajo de los costes de producción».
En fiscalidad se vieron claramente dos posiciones contrapuestas. Mientras PP y Cs abogaron por una bajada de impuestos para «generar riqueza», PSOE y Podemos coincidían en su idea de subirlos «a los que e más tienen». Para Mañueco, que reiteró su apuesta por suprimir Sucesiones, bajar el tramo autonómico del IRPF y aumentar los beneficios fiscales, advirtió a los ciudadanos que tendrán «que agarrarse los bolsillos» si gobierna la izquierda y acusó al PSOE de generar «más deuda, más gasto público y más parados». Igea, por su parte, defendió, citando a Olof Palme, que «el objetivo no es acabar con los ricos, si no con la pobreza» y criticó el pacto fiscal de PSOE, Podemos, IU al definirlo como «el trío del hachazo».
Tudanca aseguró que quiere «garantizar la equidad» para «dar a cada uno lo que necesite y pedir a los que más tienen un mayor esfuerzo» porque «me indigna que haya pobres». Además, anunció un plan de lucha contra el fraude fiscal y citó «al trío de Colón» -PP, Cs y Vox- que al final «recorta servicios». Por último, Pablo Fernández aseguró que «sin justicia fiscal no hay justicia social» y abogó por «el principio de progresividad» a la hora de recaudar. Ambos defendieron su pacto con los sindicatos e insistieron en una subida de impuestos que negaron vaya a afectar a la clase media.
«Pleno empleo»
Sobre economía, Mañueco defendió que el PP «es el partido del empleo» frente al «riesgo» del PSOE y defendió que hay 70.000 personas más con trabajo en esta legislatura. Al respecto, aseguró que quiere «el pleno empleo». Para ello, habló de un fondo de cien millones para inversiones en el mundo rural y aseguró que será «el presidente de los auotónomos y las pymes, de los que abren las persianas todos los días» y que dará «la cara» por ellos.
El líder socialista afirmó en cambio que se ha perdido 80.000 trabajadores en ocho años, por lo que prometió un plan de choque para el empleo de jóvenes, parados y mujeres y una ley de lucha contra la brecha salarial y otra de innovación, a la vez que habló de lograr «un modelo económico propio». Mientras Igea, lamentó la baja tasa de actividad de la región y consideró que la Comunidad necesita «saber donde quiere ir con más inversión, investigación y universidad», además de «facilitar» la labor de los empresarios «con menos burocracia y más libertad». Por último, Fernández llamó a poner la economía «al servicio de las personas» y afirmó que las mujeres «están discriminadas en esta tierra», además de apostar por la I+D+i y buscar el «empleo de calidad».
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