El sector del ibérico se rebela en Salamanca contra el semáforo de la alimentación
Nutricionistas recuerdan que su procesamiento no lleva «química» y que «es la grasa cárnica más saludable que existe»
Expertos en nutrición, restauradores y representantes de la industria del ibérico se han manifestado este martes en Salamanca en contra de la actual clasificación del semáforo de la alimentación, conocido como Nutri-Score, un código cuyo fin es orientar al consumidor sobre los productos más saludables y según el cual, el jamón ibérico estaría entre los alimentos etiquetados en rojo. ¿Qué quiere decir esto?, que estaría entre los menos saludables.
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Y es que este sistema clasifica los alimentos y bebidas en cinco colores que evolucionan progresivamente desde el verde (más saludable) hasta el rojo (menos saludable), donde se englobarían los alimentos con grasa y sal, precisamente lo que le juega una mala pasada al jamón ibérico, en contra de lo cual ya ha levantado la voz el sector.
Y no sólo la industria. También algunos nutricionistas. Es el caso del doctor José Enrique Campillo Álvarez, que ha intervenido este martes en el Foro del Ibérico que está teniendo lugar en Salamanca para criticar la incongruencia de este semáforo de la alimentación y la inclusión del jamón dentro etiquetado «rojo», «sin ningún dato real que lo sustente». Es más, defiende, «la grasa del cerdo ibérico es la grasa cárnica más saludable que existe. Si a eso le añadimos sus propiedades antioxidantes es imposible que sea malo».
Procesamiento saludable
Además, recuerda que el procesamiento del jamón ibérico no lleva «química» alguna, «el único producto que se utiliza es la sal», por lo que hablar de este alimento como «menos saludable» para este nutricionista sólo es «añadir falsedades» sobre un producto del que «es cierto que no hay que abusar, pero al igual que ocurre con el resto de alimentos». Recuerda en este sentido, la importancia de la moderación: «La alimentación es el factor más importante que determina nuestro organismo, incluso por encima de la genética» defiende este doctor, para quien «lo más importante de ella es la cantidad más que la calidad». «Debemos comer lo menos posible para mantenernos exactamente en el peso que nos corresponda. Si uno come lo suficientemente poco para no tener sobrepeso ni obesidad y rota todos los alimentos, su alimentación será saludable», destaca.
Recuerda este experto que los españoles somos desde el año pasado los que tenemos más esperanza de vida del planeta, y que precisamente los que determinan esa esperanza de vida son los mayores de ahora: «Si los que ahora cumplimos 60 años tenemos esa esperanza de vida es consecuencia de lo que comimos hace 35 años», y defiende la alimentación de décadas atrás y el casi nulo sedentarismo.
El autor del libro «El mono obeso» destaca las propiedades antioxidantes del jamón ibérico, y el contenido de ácido oleico, sólo similar a las aceituras y al aguacate, y detalla que en estudios realizados en residencias de mayores han comprobado sus beneficios a la hora de la coagulación de la sangre. «Hicimos un estudio en una residencia de mayores de Badajoz y durante mes y medio estuvimos dando a sus residentes todos los días un poco de jamón». Allí pudieron comprobar además de disminuir el llamado «colesterol malo» y los trigliceridos, no produjo a los usuarios ningún aumento de la tensión arterial.
Alimentación en los colegios
El doctor insiste en el error de este semáforo de la alimentación y considera que la apuesta del Gobierno debería ser educar desde la infancia en el ejercicio físico y en el buen comer, recuperando asignaturas que tuviera que ver con la salud y la alimentación «para que los más pequeños tuvieran en un futuro criterios para decidir qué es buen comer o no».