Sucesos

Una rudimentaria construcción con neumáticos, la trampa mortal del pastor de Zamora

De 38 años y de origen marroquí, quería encontrar oro cerca de la ermita de Valderrey

Aspecto del pozo excavado junto a la ermita de Valderrey M. ÁLVAREZ

A. F.

Muy estrecho, de apenas unos sesenta centímetros de diámetro, y unos neumáticos para apuntalarlo. Así era el pozo excavado en el terreno junto a la ermita de Valderrey, en Zamora, por un pastor de origen marroquí y su compañero que este martes le costaba la vida al primero tras introducirse el pasado domingo en busca de un «tesoro» que le obsesionaba desde hace año y medio.

Con el fin de apuntalarlo y evitar que cediera el terreno, los dos hombres que lo habían construido a mano de forma rudimentaria habían colocado unos neumáticos que en forma de anillos perimetrales protegían y asentaban el acceso. Posteriormente, dado lo empinado de la excavación y la profundidad que fue adquiriendo con el tiempo, colocaron unas escaleras que les permitían bajar hasta la parte más profunda. Las dificultades respiratorias en el interior, lo que según las primera hipótesis podría haber provodado su muerte. se debían a la falta de ventilación del pozo de mina, que hacía que el oxígeno escaseara y pudiera haber gases nocivos.

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