Enterrado en sus sueños

El sueño de «buscatesoros» de Zamora le llevó a la muerte en el interior del pozo en el que pretendía encontrar oro y alhajas. El dispositivo de búsqueda y rescate del pastor de 38 años de origen marroquí cuya desaparición fue denunciada el lunes concluyó ayer tras más de 24 horas de trabajos con el hallazgo del cuerpo sin vida del hombre, en un pozo de diez metros de profundidad que había excavado él mismo, con ayuda de un compañero, en un paraje de Zamora capital con la creencia de que encontraría un tesoro.

En vez de ello, el joven pastor perdió la vida, probablemente narcotizado por la falta de oxígeno y los gases nocivos del interior. El fatal desenlace pone fin, año y medio después, a la historia de un hombre al que su obnubilación por un tesoro que podría esconderse bajo la tierra en la que pastaban sus ovejas le llevó a excavar un pequeño agujero que fue agrandándose hasta convertirse en un pozo de diez metros de profundidad.

Fue el compañero de aventuras de la víctima quien el lunes dio la voz de alarma y explicó a la policía que ambos llevaban meses excavando un estrecho pozo apuntalado con neumáticos. Todo por un tesoro del que había oído hablar y con el que el pastor fallecido pretendía dejar su oficio y dar un futuro más próspero a su familia. Pero en lugar de alcanzar su sueño, la víctima acabó enterrada en su propia ilusión y su cuerpo fue hallado ayer tarde a unos diez metros de profundidad. El compañero del pastor y confidente de la aventura sospechó el lunes por la mañana de que algo grave podría haber ocurrido cuando encontró el teléfono móvil, ropa y otras pertenencias del fallecido junto al hoyo, y al llamarle, escuchó unos leves gemidos.

En la búsqueda participaron miembros del Cuerpo de Bomberos de Zamora, que tras descartar acceder al interior del pozo por su estrechez y la falta de oxígeno, idearon un plan de rescate aprovechando la pendiente del terreno, situado en la finca en la que trabajaba el pastor, próxima a la ermita de Valderrey.

Hasta la zona se trasladó una máquina excavadora, que el lunes por la tarde comenzó a remover el terreno, y trabajó hasta bien entrada la noche. Ayer por la mañana se sumó una segunda máquina que logró dar con el cuerpo sin vida del pastor.

Las primeras hipótesis apuntan a que pudiera haber perdido el conocimiento por la falta de oxígeno en el interior del pozo, según apuntó el subdelegado del Gobierno en Zamora, Jerónimo García Bermejo, quien precisó que la víctima pudo haber perdido la vida «por narcotización», mediante «una muerte dulce».

Su sueño de encontrar un tesoro le habría adormecido hasta morir cuando se encontraba en el interior del pozo, donde el porcentaje de oxígeno sería únicamente del 18 por ciento y se podrían respirar «componentes sulfurados», según detalló García Bermejo. Para construir el pozo de ese espejismo de mina de oro y alhajas, el fallecido y su compañero utilizaron un sistema rudimentario, según precisó el concejal delegado de Seguridad Ciudadana de Zamora, Antidio Fagúndez.