JUICIO CONTRA EL CRIMEN DE CARRASCO
El relato de los policías y una amiga indica que Raquel pudo mover el arma
Leticia González ni vio ni notó «nada» cuando montó en el coche de la acusada
Uno de los testimonios más esperados para conocer el grado de implicación de Raquel Gago en el crimen de Isabel Carrasco era el de Leticia González. Ella fue quien la noche del asesinato subió al coche de la acusada en el asiento en el que horas más tarde «aparecería» el bolso con el revólver que empuñó Montserrat González para quitarle la vida a la víctima. Reiterando sus declaraciones previas tanto en Comisaría como en el Juzgado, Leticia aseguró que en el tiempo que permaneció en el vehículo no notó ni vio «nada» en la alfombrilla en la que posó sus pies. «Si hubiera estado ahí -por el bolso- lo hubiera pisado, lógicamente», apuntó. Su versión se vio reforzada horas después por dos de los tres ageentes -además de los policías de Burgos- que acudieron a la casa Raquel después de de que ésta llamó -30 horas depués del crimen- para comunicar que había encontrado el arma en su vehículo. consideraron que, dado el tamaño del bolso en el que estaba guardado el revólver y las cosas que había dentro de él, era imposiblel que pudiera caber bajo el asiento del copiloto -el otro policía si lo consideró posible-, de lo que se deduce que ocuparía el espacio de la alfombrilla y que Leticia tendría que haberlo visto. Ambas declaraciones indicarían que Raquel Gago pudo cambiar de sitio del arma en algún momento desde que Triana la deja en su vehículo hasta que la entregóa.
Antes del testimonio de los policías y ante la insistencia del letrado de la defensa de Gago Leticia sí que admitió la posilbidad de el bolso pudiera estar ubicado debajo del asiento del copiloto. «Podría estar ahí, no lo sé, lo que sé es que yo no noté nada», advirtió. Se sentó tras el asiento del copiloto porque detrás del del conductor había muchas cosas, vio garrafas de agua y bolsas de plástico enrolladas, pero nada que se pareciera al bolso en el que se encontró el revólver y que ayer se le mostró en la sala.
El abogado Fermín Guerrero ofreció detalles como que la testigo calza un 38 y quedaría espacio en la alfombrilla o que el tiempo que permaneció en el vehículo -sólo mientras bajaron la rampa del garaje de casa de la acusada- apenas superó los 17 segundos. También se enzarzaron en el tema de si había o no luz en ese momento, señalando la declarante que había «claridad» y rebatiendo él que cerca de las 22:00 horas de ese día, cuando ella subió al coche, era ya «de noche». Leticia sí que confesó que le «sorprendió mucho» conocer tiempo después que había estado sentada donde apareció el arma, así como la detención de Raquel por este asunto. «Me parece una persona seria y muy responsable», dijo.
Mientras, Nacho, el policía nacional al que avisó la agente municipal para decirle que el arma estaba dentro de su caso , aseguró que le resultó «chocante» que ésta no le hubiera llamado el día del crimen de la presidenta de la Diputación, y que tampoco hubiera contado que había estado con Montserrat y Triana momentos antes y después del asesinato de la política leonesa. «Le dije: ¿Cómo no has llamado hasta hoy? Si se ha enterado toda España», precisó, para después indicar que recibió la llamada de Raquel Gago cuando ésta afirmó que acababa de encontrar el bolso, en torno a las 19.10 horas del 13 de mayo y que ésta estaba «muy nerviosa y alterada» y que, en un principio, ni siquiera sabía lo que estaba diciendo. «Decía el bolso, el bolso, el bolso de Triana».
En cuanto a cómo encontró el bolso dentro del coche, dijo que lo vio detrás del asiento del copiloto y que estaba «abierto un poco» y que vio «la empuñadura de un arma». «Raquel me indica el bolso, estaba justamente encima de la alfombrilla, atrás del asiento del copiloto y ocupaba la alfombrilla entera», precisó. No obstante, dijo desconocer si el bolso había sido movido. Además, añadió que, en su opinión, el bolso con el arma no cabía debajo del asiento del copiloto
«Eso no debía estar ahí»
También la hermana de la acusada, Beatriz Gago, afirmó no haber visto el bolso en el coche hasta la tarde del día 13, cuando pretendían meter una bicicleta en él y, al retirar las cosas, se soltó el tapón de una de las garrafas de agua, derramándose su contenido. Raquel se puso a limpiarla y fue entonces cuando se puso muy nerviosa y empezó a decir que «eso no debía estar ahí». En ese momento estaban acompañadas por una de las amigas, Lorena Pulgar, que recordó que estaba apartada del coche, agarrando la bicicleta, y que sólo se acercó a Raquel y a su hermana cuando oyó los gritos de ésta. Entonces vio cómo Raquel sujetaba las asas de un bolso que estaba sobre la alfombrilla del asiento trasero. No llegó a ver el arma en ningún momento. La idea de llevar la bicicleta fue de Raquel. Preguntada por si cree que la utilizaron para tener una coartada en el momento hallazgo respondió de forma poco convencida: «No lo sé, ellas sabrán».
Algo en lo que todos coincidieron ayer -amigas, hermana y pareja de la acusada- fue en que Raquel no dijo en ningún momento que hubiera visto a Triana o a su madre el día del crimen. Leticia afirmó incluso que le preguntó directamente cuándo había sido la última vez que habían estado juntas y le respondió que el sábado -dos días antes- y que ese día sólo había hablado con ella por teléfono.
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