Los rebrotes aumentan las cancelaciones en las casas rurales en la recta final de agosto
El mayor número de contagios por Covid llena de incertidumbre al sector, que vislumbra un septiembre «negro»
Los alojamientos cerraron julio con un 60% de ocupación de media, aunque los cercanos a Madrid roazaron el completo
Sus peculiares características hicieron pensar que el turismo rural o de interior –con predominio de alojamientos pequeños, muchos de alquiler completo y asentados en el medio rural, con baja densidad de población– podía tomar la delantera en la recuperación del sector turístico en la crisis derivada de la pandemia del Covid-19, y gran parte de los empresarios vinculados a él hacen un balance positivo de lo que llevan de verano. Sin embargo, los rebrotes de las últimas semanas, que afectan ya a todas las provincias de Castilla y León, han vuelto a llevar incertidumbre al sector y las empresas vinculadas al turismo de interior vislumbran ya que el virus pondrá en jaque la recta final de agosto y septiembre , periodos tradicionalmente buenos.
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«Se están produciendo muchas cancelaciones para la segunda quincena de este mes» , confirma el secretario de la Asociación Leonesa de Turismo Rural (Aletur), Jesús del Río. «A día de hoy, las previsiones son buenas. Ahora mismo tenemos una ocupación del 80 por ciento, pero va a depender de los brotes que surjan», sentencia Beatriz Calavia, la representante de la Asociación de Alojamientos de Turismo Rural de Soria (Tursoria). Y en parecidos términos se manifiesta Francisco Herrasanz, presidente de Turalbur, la agrupación más representativa del sector en Burgos, que a finales de julio captó el cambio de tendencia, ya que parte de la clientela que había hecho sus reservas para agosto «intentaron adelantar sus estancias».
Reserva de última hora
Incluso en aquellas provincias en las que mayor ocupación están teniendo, Segovia y Ávila, condicionadas por su cercanía a la Comunidad de Madrid, planea esa incertidumbre: «Están llamando para alguna cancelación en agosto y principalmente en septiembre, pero no se puede decir que superen las nuevas reservas», señala Domingo Asenjo, presidente del mayor colectivo en la provincia segoviana, con alrededor de 200 alojamientos. No obstante, y pese a que «el miedo a los rebrotes» está presente, sigue habiendo «mucha reserva de última hora» , apunta Itziar Domingo, desde la central de reservas de «Casas de Gredos», la principal de la provincia abulense.
Tal y como se preveía, las dos provincias castellano y leonesas más próximas a Madrid son las que mejores datos de ocupación tuvieron durante el mes de julio. «Todos los días, no solo los fines de semana, hemos tenido una ocupación de hasta el 70 por ciento de media, posiblemente algo más», detalla Asenjo, destacando, además, que fueron estancias de «mínimo, una semana, e incluso 14 días o un mes». «Julio fue bueno, con reservas que han superado a cualquiera de los años anteriores en el mismo periodo» , insiste este empresario, quien cree que ahora les toca trabajar para que la semilla puesta este año, a costa de unas circunstancias especiales, se repita en ejercicios venideros «porque hayamos descubierto a nuestros clientes un turismo alternativo al de playa». Explica también que sus huéspedes están siendo, sobre todo, familias –también algunos grupos de amigos–, con Madrid como principal mercado, que ha rebasado ese 30 por ciento que era habitual sobre el total de las reservas.
Parecido les está yendo a los empresarios vinculado a Asenorg (en la comarca de Gredos Norte). Con una ocupación de «entre el 80 y el cien por cien» en un mes de julio «mejor de lo esperado». La recta final de agosto se presenta con «incertidumbre», pese a que en principio manejaban previsiones de ocupación de entre el 70 y el 90 por ciento. ¿La procedencia del cliente? «Nacional, en un porcentaje muy amplio: más de la mitad procedentes de Madrid, seguida de otras provincias cercanas como Toledo, Cáceres o Salamanca» .
Más reservas de última hora, sobre todo a finales del pasado mes, y estancias más largas son las principales diferencias percibidas por «Casas de Gredos» respecto a otros años. Concluyeron julio con un 80 por ciento de ocupación y la primera quincena de agosto han estado «al 70 por ciento», aunque la semana pasada ya empezaron a tener cancelaciones.
Flexibilidad
Precisamente con el fin de ponérselo fácil a sus clientes, dadas las circunstancias, la mayoría de empresarios ha flexibilizado hasta tal punto su política de cancelación que «está siendo un verano de locos, en el que los anfitriones, en lo que al turismo rural se refiere, nos estamos ganando el cielo», considera Beatriz Calavia: «Estamos viviendo el día a día y sólo funciona el corto plazo. A largo, nos han llegado a anular y volver a reservas hasta tres veces».
En julio, la ocupación de los establecimientos sorianos se situó en el 60 por ciento. ¿Y en agosto? Las previsiones eran buenas pero «todo va a depender de los brotes» .
A juicio de Juan Carlos González, presidente de Apatur (Asociación Palentina de Turismo Rural), fue en la segunda quincena del pasado mes cuando percibió que «la gente volvía a confiar en el turismo rural». ¿No está siendo el verano tan malo como esperaban antes de dejar el confinamiento? «Yo diría que es al revés; no está siendo el gran beneficiado que se preveía» , corrige Francisco Herrasanz, desde Turalbur. «Teníamos más esperanzas», asiente también Juan Carlos González, que cifra «entre un 50 y un 60 por ciento» la ocupación de julio y no creen que la de agosto vaya mucho más allá, «entre un 60 y un 65 por ciento en el mejor de los casos». En cuanto a los establecimientos burgaleses, se han movido en cifras «bastante similares» a las del año pasado: en julio, en torno a un 40, y en agosto prevén que se eleve al 60.
Mucho más negro pinta el panorama la Asociación Leonesa de Empresarios de Turismo Rural (Aletur). «Cerramos julio con poco más de un 40 por ciento cuando el año pasado hubiéramos llegado al 65», señala su secretario, Jesús del Río. Y las previsiones para finales de agosto «son igual de malas». A diferencia de lo que ha ocurrido en los establecimientos abulenses y segovianos, «aquí, el verano se está caracterizando por estancias muy cortas». Otros años el inquilino «venía para una semana o diez días», este verano se encuentran con un huéspedes de paso, «que te reserva cuatro o cinco días porque luego continúa camino hacia Asturias . Y eso, a nivel económico, perjudica al sector, porque no es lo mismo alquilar por semanas que por días sueltos».
Coincide con sus compañeros de otras asociaciones en que están recibiendo a un cliente más cercano –«Castilla y León ha hecho de mercado para Castilla y León»– y destaca la extrema sensibilidad que están teniendo los empresarios con sus potenciales clientes, que «preguntan antes por la política de cancelación que por el precio».
Julio también fue más flojo de lo esperado en la provincia de Salamanca, en concreto, en uno de sus parajes de singular belleza, los Arribes, donde el turismo rural funcionó de manera desigual para hoteles y casas de alquiler completo, explica la presidenta de la Asociación de Turismo Arribes Sur, Ana Cámara. Detalla también que la ocupación que prevén para este mes es «bastante mejor», eso sí, con el mismo matiz diferenciador, «lo que nos hace pensar que los viajeros buscan destinos de interior en alojamientos para estar en exclusiva con su gente y no tener que compartir zonas comunes. Se percibe mucha prudencia y miedo al contagio».
Septiembre «muerto»
Luis Chico, presidente de la Asociación Vallisoletana de Turismo Rural, hace, además, otra diferencia entre casas con piscina propia o con alguna instalación de este tipo próxima –un río, un pantano...–, donde han tenido con hasta un 95 por ciento de ocupación, y el resto, donde «no llegan al 40 cuando otros años estábamos hablando de un 80 y un 90 por ciento para estas fiestas de la Asunción y San Roque». Así, prevé un mes de agosto «igual o peor que julio», que vendrá marcado por los rebrotes, y un septiembre «muerto», pese a que ocho de cada diez huéspedes que recibe su establecimiento de Benafarces es «gente de Valladolid» y el 20 por ciento restante, del resto de Castilla y León y de la Comunidad de Madrid.
Tanto esta asociación vallisoletana como Aletur son los que más críticos se mostraron respecto a la campaña de promoción turística emprendida por la Junta e insisten en que «se hicieron los deberes tarde». «Se presentó un 24 de junio. Cuando hemos querido llegar al cliente era mediados de julio», denuncia del Río. «Si éramos líderes tendríamos que haber marcado las pautas en nuestra ‘nueva normalidad’ y no ir a rebufo», añade Chico.