El PSOE ve a la Junta «objetora de conciencia» ante el aborto

PP, Cs y Vox rechazan una iniciativa para garantizar estas intervenciones en los hospitales públicos

La socialista Patricia Gómez, momentos antes de iniciar su intervención de ayer en el Pleno de las Cortes, HERAS

MONTSE SERRADOR

« Si no querían debate ideológico, aquí van tres tazas» . Toda una declaración de intenciones con la que ha arrancado su intervención la procuradora del Grupo Socialista, Patricia Gómez, para defender en el pleno de las Cortes una iniciativa para instar a la Junta a que «garantice de manera plena, efectiva y equitativa el derecho de las mujeres a la interrupción voluntaria del embarazo en su centro hospitalario público de referencia».

Los socialistas, que hace poco más de un año presentaron una proposición no de ley similar, han vuelto este miércoles a la carga con el mismo asunto y con el apoyo expreso de los dos procuradores de Unidas Podemos. En ambos casos, la defensa de la PNL se ha planteado desde un punto de vista ideológico, con el feminismo y la libertad tirando de sus argumentos. Patricia Gómez ha esgrimido cómo durante 2020 e l 97,5 por ciento de las interrupciones voluntarias del embarazo que se realizaron en la Comunidad se hicieron en centros privados concertados, lo que, a su juicio, supone « privar a las mujeres de un derecho, ya que se enfrentan a una serie de obstáculos y se ven obligadas a un auténtico peregrinaje». Esta situación, según la socialista, denota la «falta de voluntad de la administración», hasta el punto de que «parece que hay una objeción de conciencia de la Junta a realizar abortos». Pero, para ella, la interrupción voluntaria del embarazo forma parte de «los derechos y libertades alcanzados por las mujeres, que no se entenderían sin la lucha de las socialistas». «Somos las nietas de esas brujas que quisieron quemar», ha concluido.

Y a partir de ahí, los dos bloques ideológicos defendieron sus posturas. PSOE y Podemos , por un lado, para pedir que las interrupciones voluntarias del embarazo se hagan en los hospitales públicos , dado que en la actualidad sólo se realizan en Miranda de Ebro y, en breve, comenzarán en el de Burgos. En el otro bloque, PP y Ciudadanos , cuyo principal relato es que, junto al derecho de la mujer, está el de los profesionales sanitarios y su objeción de conciencia . De hecho, el procurador del Grupo Popular, Alejandro Vázquez, ha reconocido que se trata de « algo difícil de cumplir y la única razón es el respeto a la objeción de conciencia». «No hay conspiraciones, ni intereses, sino sólo respeto a la libertad individual», ha puntualizado, y ha recordado que la misma situación se produce en Castilla-La Mancha o Extremadura, donde gobierna el PSOE.

La parlamentaria de Cs, Blanca Negrete , ha utilizado el mismo argumento, si bien antes ha denunciado que la PNL presentada por el PSOE, que «enfrenta a los dos extremos», es «sesgada , chapucera, falsa y torticera» ya que «hay un consenso social que no supone un conflicto para los españoles». Además, ha considerado que «es una falacia y una trampa para crispar el debate y convertirlo en una trinchera política» al intentar «acusar a los médicos de ser la causa del problema». Negrete ha presentado una enmienda , apoyada por el PP, en la que, precisamente, se buscaba garantizar la objeción de conciencia de los profesionales para dar así su apoyo a la iniciativa del PSOE que, sin embargo, no la aceptó.

Defensa de la vida

La procuradora de Vox, Fátima Pinacho entró en el fondo del asunto para negar que el aborto sea un derecho y apelar a la vida desde el primer momento de la concepción y a la «defensa del ser más indefenso». «No hay política que más desproteja a las mujeres que asumir la salida fácil de deshacerse del hijo que lleva en sus entrañas», ha advertido Pinacho, que ha aprovechado para apelar a los votantes de Partido Popular y Ciudadanos si no están de acuerdo con que sus partidos apoyen que se practiquen abortos en los hospitales públicos.

Cogió el testigo la procuradora de Unidas Podemos, Laura Domínguez, que centró su intervención en atacar a Pinacho , a la que acusó de querer volver al siglo XIX y «llevarnos a ser los ángeles del hogar» cuando, según dijo, «estamos en el siglo XXI y somos mujeres libres que tenemos capacidad de decidir sobre nuestros cuerpos».

No fue el único debate ideológico de la mañana de ayer en las Cortes autonómicas. Otra iniciativa , en este caso de Ciudadanos, salió adelante, aunque con la oposición de PSOE y Podemos, para exigir al Gobierno el abandono de «toda imposición ideológica y política en las políticas medioambientales, con especial referencia a la gestión del lobo.

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