Política
El PSOE intenta romper el acuerdo de Lauki y Dulciora «colando» la reforma laboral
PP y Ciudadanos reprochan a los socialistas pedir «de rondón» la derogación de la ley
El acuerdo, unanimidad, se daba prácticamente por seguro antes de comenzar el debate. Sin dudas entre sus señorías, independientemente del color político, en su apoyo a los más de 300 trabajadores de las factorías vallisoletanas de Lauki y Dulciora cuyas firmas propietarias han anunciado el cierre para el próximo 30 de junio y mediados de 2017, respectivamente. Pero ese entendimiento estuvo a punto de saltar por los aires con la maniobra del PSOE de intentar colar a través de una enmienda a la Proposición No de Ley (PNL) de apoyo a esos empleados presentada por IU pedir la derogación de la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy.
Si crítico fue el PP con la postura socialista, más lo fue aún Ciudadanos. Eso sí, la cintura política del procurador de IU, José Sarrión, en busca del acuerdo de todas las fuerzas permitió que los empleados de Lauki y Dulciora -cuyos representantes siguieron el debate- recibieran el respaldo político de la Cámara.
Hasta Sarrión admitió que la iniciativa presentada era más «suave» en sus planteamientos que sus propias posiciones, pero lo hacía en busca de cosechar el respaldo del resto y, argumentó, lo que centraba el debate era el apoyo a los trabajadores de sendas factorías y no la reforma laboral. Aceptó ese añadido de sello socialista, pero reclamó la votación separada del punto, que contó con su apoyo y el de los procuradores del PSOE, Podemos y UPL. En los otros cuatro puntos, los relativos específicamente a la empresa láctea y la de caramelos y gominolas, unanimidad, «unidad» y «sí rotundo» a que Lauki y Dulciora sigan en Valladolid.
«La unidad es más importante que nunca», incidió el popular Alfonso García Vicente, quien tras agradecer al resto de formaciones sus puntos coincidentes, lamentó que el Socialista intentara «colar de rondón» el punto relativo a la derogación de la reforma labora «para generar controversia» y con la «única» pretensión de «sembrar la discordia donde hay apoyo y unanimidad». «Debemos estar más por la atención al enfermo, no por acicalarnos para el entierro», afeó García Vicente.
Aplausos conjuntos
Más crítico fue aún el procurador de Ciudadano David Castaño. «Me preocupa la actitud» del PSOE, aseguró desde la tribuna de oradores, en la que acusó a la formación de la rosa de «pecar de braceros» por introducir en el debate del apoyo a dos empresas la reforma laboral. «Tienen mil oportunidades» para haberlo hecho «y tienen que venir aquí a intentar romper un consenso que parecía claro», recriminó el parlamentario naranja, desatando el aplauso de su grupo y del PP. Más sonoras aún las palmas unidas de C’s y PP al cerrar su intervención reprochando a los socialistas que tratasen de arrogase que son ellos quienes están con los trabajadores luchando en la calle. «¡A eso lo llamo yo braceros!», concluyó.
«No se qué es mejor, ser bracero o mamporrero», replicó Pedro González Reglero a Ciudadanos, que prefirió en ese momento no «tomar en cuenta» esas palabras. Pero sí aprovechó Castaño para dejar claro al PSOE que en el acuerdo firmado a nivel nacional por ambos partidos para intentar aupar -de forma fallida- a Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno se habla de «modificar, no derogar» la reforma laboral , por lo que su grupo se abstuvo en la votación de ese punto.
Devolución de ayudas
Unanimidad en el resto, para mostrar el «apoyo» a los trabajadores de Lauki y Dulciora, así como para solicitar a sus propietarias, Lactalis y Mondelez , que «reconsideren» su decisión de cerrar sus plantas en Valladolid. Además, el acuerdo incluye solicitar a las administraciones que hayan prestado ayudas públicas a estas firmas que «inicien los trámites jurídicos para la devolución de las mismas si ello fuera posible» y «trabajar de manera coordinada» con el resto de administraciones locales, nacionales y europeas para «garantizar» la continuidad de las plantas.
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