El PSCL ‘aleja’ la moción de censura: «No queremos a los de Cs ni regalados»
Mañueco insiste en que la «prioridad» de Tudanca es «buscar tránsfugas»
Sus señorías en las Cortes de Castilla y León han decidido mantener la tensión tan alta como la tarifa eléctrica y, de nuevo, el pleno de ayer fue intenso en acusaciones, descalificaciones y en el tono empleado. A la cabeza en volumen de voz, con gestos incluidos (marca de la casa), el que empleó la procuradora del Grupo Socialista, Ana Sánchez, que abandonó su puesto de vicepresidenta segunda del parlamento autonómico para preguntar a la Junta en la sesión de control al Ejecutivo por la trama eólica, asunto que siempre caldea el ambiente. De hecho, fue la contundencia de las palabras de la zamorana, las que sirvieron para alejar aparentemente una segunda moción de censura, el fantasma que desde hace meses planea sobre el hemiciclo ante la posibilidad de que en el mes de marzo los socialistas pudieran volver a intentarlo.
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«Sigan ustedes en ser más sanchistas que Sánchez y salga corriendo a por lo que más le interesa: buscar tránsfugas», había dicho minutos antes el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco al portavoz del Grupo Socialista, Luis Tudanca, acusando así al principal partido de la oposición de intentar sacar de entre los once de Ciudadanos los votos necesarios para tumbar el gobierno de coalición. Pues parece que no. Al menos según Ana Sánchez, que repitió, más bien gritó, que «del uno al once (los parlamentarios de Cs), toditos para ustedes. No les queremos ni regalados, ni con lacitos».
Fuentes: «Ya está bien»
El guante del sonoro desprecio fue recogido por el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, quien salió, a la primera oportunidad que tuvo, en defensa de sus compañeros de partido: «Si hay once procuradores que han demostrado ser incorruptibles esos son los de Ciudadanos». Bronca monumental desde la bancada socialista como respuesta, lo que obligó al presidente de las Cortes, Luis Fuentes, a alzar la voz con un elocuente «ya está bien, no lo voy a consentir». «No podemos ser maleducados y estar interrumpiendo el pleno permanentemente», lamentó . «No tengo ningún problema en llamar al orden a todos. A usted también señor De la Hoz», advirtió ante las quejas del parlamentario popular.
Un ambiente más que crispado -Igea acusó a los socialistas de ser como «la vieja del visillo» esperando a que «el matrimonio riña»- para envolver asuntos que a sus señorías les ponen bastante nerviosos, como la moción de censura o una convocatoria electoral anticipada, argumento este último sobre el que el procurador socialista, Diego Moreno, se encargó de poner la guinda al desafiar al presidente de la Junta: «Convoque las elecciones si tiene valor porque las vamos a ganar y vamos a gobernar». Sin embargo, fue otra cuestión también polémica en esta tierra la que acaparó el mayor número de preguntas: la descentralización.
Luis Tudanca la sacó a colación siguiendo la estela del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que en el Congreso de Valencia lanzó la idea. «¿Qué opinión tiene de la descentralización institucional y administrativa», preguntó el portavoz socialista a Mañueco. «Que exige un debate riguroso, sosegado, sereno y serio en busca del consenso político y territorial», respondió el presidente de la Junta que salió después al ataque: «Sánchez busca un enfrentamiento entre territorios o lanzar una cortina de humo para tapar la subida de la luz». No lo cree así Tudanca, que defendió la idea de su jefe como «seria y audaz» en una tierra como Castilla y León marcada por la despoblación, por lo que «hay que descentralizar de forma urgente porque no hacer nada es lo que nos ha llevado a ser una de las tierras más envejecidas». Así que el secretario general del PSCL apostó por que en la Comunidad, por ejemplo, la Junta y las Cortes se instalen en diferentes provincias . «Sería la forma de acercar el poder y la toma de decisiones a la gente», señaló y concluyó: «La descentralización y la llegada de fondos europeos tiene que ser la gran oportunidad de Castilla y León. Hay que ser valiente y le pido que lo hagamos juntos». Pero Mañueco, que acusó a Tudanca de «agarrarse a la ocurrencia de Sánchez» y ser su «mayor pregonero en Castilla y León», no está por la labor de abrir al menos de esta manera el melón de la descentralización y aprovechó parar recordar al portavoz socialista que «en su nefasta moción de censura presentó su modelo de comunidad y no dijo ni una sola palabra de descentralizar». «Eso es lo que le importa ese proyecto» que, a su juicio, no es más que «una frivolidad».
La segunda pregunta al presidente de la Junta, en esa ocasión formulada por el parlamentario de la Unión del Pueblo Leonés (UPL), Luis Mariano Santos, incidió en el mismo argumento. Mañueco no perdió la ocasión de reprochar al dirigente leonesista que «usted se mueve como pez en el agua cuando hay enfrentamiento entre territorios» . El aludido, aunque reconoció que «lo que queremos es la separación del Reino de León de Castilla» le pidió que «luche contra los desequilibrios territoriales» sacando sedes institucionales de «la no capital», en referencia a Valladolid. Pero Mañueco negó la mayor acusando a Santos de «llevar la vela» a Pedro Sánchez, al tiempo que le recomendó hablar con sus socios en muchos de los ayuntamientos leoneses (el PSOE) que son los responsables de que hayan cerrado las minas y las térmicas «y con ello se ha perdido población, empleo, fondos europeos y ha subido el precio de la luz.
Aún faltaba una tercera pregunta, la del procurador de Por Ávila, Pedro Pascual, que también pidió el acercamiento de las instituciones a la provincia abulense. El consejero de la Presidencia, Ángel Ibáñez, al que le tocó responder, denunció que mientras el Gobierno habla de descentralizar, «luego se lleva cosas a otras provincias», por lo que advirtió que «la Escuela de la Policía Nacional de Ávila no se toca».