Prosperan las Cuentas que tienen en la lucha contra el Covid su «gran prioridad»

Carriedo advierte de la «gran indefinición» a la que está sujeta la economía por la pandemiaPP y PSOE se cruzan acusaciones de falta de voluntad para el acuerdo

Carriedo recibe el aplauso del Gobierno y del Grupo Popular tras defender los Presupuestos HERAS

I. Jimeno

Poco más de dos meses han pasado desde que la Junta de Castilla y León presentó su proyecto de Presupuestos de la Comunidad para 2021 . Tan cerca y tan lejos en el calendario a la vez en estos tiempos de pandemia en los que el Covid-19 ha demostrado que de un día para otro puede hacer tambalear los cimientos del planeta. Si cuando vio la luz el que está llamado a convertirse en el primer cuadrante de ingresos y gastos del Gobierno en coalición de PP y Cs, el coronavirus enfilaba el descenso de la segunda ola, las Cuentas se someten desde ayer en las Cortes a su veredicto definitivo en pleno azote de un tercer impacto, que ha llegado con un «nivel de incidencia extraordinariamente elevado». Y con él, la necesidad de medidas «más restrictivas», señaló el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo , lo que implica un nuevo freno a la actividad económica, dejó entrever. Sin olvidar, precisó Carriedo, que la «limitación» de dosis de la vacuna contra el coronavirus también trastoca los planes iniciales... La economía tampoco es inmune a la infección vino a decir el consejero, quien advirtió de que «está sujeta a una gran indefinición, derivada de la propia evolución de la pandemia, su duración e intensidad, y de su impacto sanitario, económico y social».

Por el momento, a lo ya padecido, estos más de dos meses transcurridos desde que se presentó el proyecto presupuestario con las cifras más elevadas de la historia autonómica -12.291 millones de euros, un 13,2 por ciento más que los últimos aprobados, los de 2018- se han sumado «dos meses muy intensos desde el punto de vista sanitario, económico y social». Así que si al diseñar el proyecto, hacer frente a esa triple crisis era el hilo conductor que hilvanaba el texto, la situación actual «refuerza» la idea de que «la gran prioridad» de las Cuentas «debe seguir siendo precisamente el refuerzo de la lucha contra la pandemia del coronavirus, mitigando sus consecuencias», defendió Carriedo.

Así, dijo, «aumentan» los recursos destinados al sistema sanitario, servicios sociales y al resto de servicios públicos, además de contemplar «medidas de apoyo específicas a los sectores productivos» y «especial respaldo a las corporaciones locales».«Realista, prudente, responsable, social, y volcado con las familias, pymes y autónomos», describió el consejero, quien defendió que las Cuentas cumplen con el pacto de gobernabilidad de PP y Ciudadanos y también con el acuerdo de Recuperación suscrito el pasado junio con la mayor parte de las fuerzas políticas.

Per o ni ese argumento sirvió para convencer a la oposición y, sobre todo, al principal partido, el PSOE, que estampó su firma en ese documento de consenso, pero en el que no ve avances. «Ustedes los incumplieron desde el minuto cero», recriminó la socialista Rosa Rubio, quien no dejó títere con cabeza a la hora de descuartizar las cuentas, que ya rechazaron de forma íntegra con una enmienda a la totalidad. «No tienen un modelo de comunidad, incumplen lo pactado y la palabra dada, no protegen los servicios públicos y los sectores más castigados. No hay modelo de desarrollo económico y no tienen modelo», censuró Rubio. «Es el modelo fracasado de 35 años que ha llevado a nuestra tierra a la despoblación», incidió la portavoz de Economía y Hacienda del PSOE, quien basó su discurso en reclamar más control y transparencia y censurar la «corrupción».

«No soñados»

«La corrupción es una lacra, pero no son ustedes quiénes pueden dar lecciones», replicó el popular Salvador Cruz, quien defendió que el proyecto de Presupuestos «consolida el cumplimiento» del pacto de reconstrucción y argumentó que la enmienda a la totalidad presentada por los socialistas ya «dejaba bien a las claras que no tenían intención de acuerdo». Reproches mutuos de la falta de voluntad de entendimiento y continuas alusiones al Gobierno central en un debate en el que apenas se vieron resquicios para el entendimiento entre los dos partidos que sustentan al Gobierno y la oposición. De «nefastos», que «van por la vía unilateral» y «están en la vía de la secesión o en rebeldía» los llegó a calificar el socialista Luis Briones. «No son los presupuestos soñados», reconoció el portavoz de Ciudadanos, David Castaño. Pero, apostilló, son «excepcionales para una situación excepcional». Así que Ciudadanos «está a favor». «Preferimos un empleo a un subsidio, sus políticas llevan a lo segundo», replicó a los partidos de izquierda.

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