La Procesión del Perdón de León: una oportunidad para «empezar de nuevo»

Los presos que participan como braceros en el desfile procesional viven la experiencia cargados de emoción

Diez presos participan como braceros en la Procesión del Perdón de este Martes Santo en León ICAL

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León vive cada Martes Santo la Procesión del Perdón en la que un grupo de presos participa como braceros en lo que supone una intensa experiencia vital para los elegidos. Este año, han sido once los implicados en esta iniciativa que se lleva a cabo gracias a la colaboración de Cáritas Diocesana y de la Cofradía del Santo Cristo del Perdón.

Al margen de si el Consejo de Ministros otorga o no un indulto para uno de los internos que plantea cada año la Cofradía, otros hombres, que disfrutan ya del segundo o tercer grado o que permanecen aún cumpliendo condena en la cárcel de Mansilla de las Mulas , han desfilado como el resto de papones por las calles de la capital leonesa en una de las citas destacadas de su Semana Santa.

En las horas previas han sido recibidos por el obispo, Luis Ángel de las Heras, y tienen tiempo también de compartir sus sensaciones. Alberto González, que continúa en el centro penitenciario «intentando reparar los fallos que del pasado» se define como una persona de fe y ve su participación como bracero como «una oportunidad y una forma como de poder empezar de nuevo».

Manuel, ya en tercer grado, ha reconocido que siempre ha vivido la Semana Santa «desde fuera» y se muestra convencido de que va a «guardar esta experiencia para siempre porque creo que va a marcar mi vida de aquí en adelante». «No sé si me voy a confundir. Lo más que he hecho es el gimnasio», afirma y comparte con sus compañeros una emoción que delatan sus ojos.

«Quisiera redimir mis errores»

También sigue en la prisión de Mansilla César, que ha aprovechado la procesión para hacer una promesa por su padre enfermo . «Quisiera redimir todos mis errores», ha afirmado antes de explicar su intención de procesionar descalzo. Para Celso, ahora en tercer grado, la Semana Santa pasa de ser algo que veía por la tele a una vivencia propia que afronta con ganas.

El Programa de Tutela Externa de Permisos y Salidas Penitenciarias que gestiona Cáritas Diocesana de León desde el año 2003 en colaboración con el Centro Penitenciario de Villahierro hace posible una atención muy cercada a quienes están próximos a saldar su deuda con la sociedad. «Nosotros acompañamos a las personas -no acompañamos sus condenas- con acogida, escucha, planificando su ocio, conociendo a sus familias, ayudando en gestiones. Toda nuestra labor se basa en dar capacidades a la gente para que cuando salgan estén más preparados que cuando entraron en prisión», ha detallado esta mañana Eva Gómez.

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El abad de la Cofradía del Santo Cristo del Perdón, José María Urdiales , ha compartido la emoción de los braceros ‘accidentales’ de la entidad en un año especial por poder recuperar una procesión que la pandemia impidió en 2020 y 2021.

Luis Ángel de las Heras, obispo de León , ha recibido a los internos «en los que descubrimos a todos los que pasan por esa experiencia y queremos darles esperanza y transmitir que con el arrepentimiento y el perdón es posible cambiar este mundo, es posible transformarlo».

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